En el instante que sus labios tocaron los míos, mis lágrimas quedaron relegadas a un viejo recuerdo, eran cálidos y carnosos, la sensación que me producían era completamente diferente a lo que sentía cuando estaba con Vicente, él era muy frío, en cambio Rodrigo expresaba muchas cosas con un solo beso, no pude evitarlo y por primera vez baje la guardia ante este militar.
Profundizamos el beso, él me tomo por la nuca y yo me enredé en sus brazos, no estaba pensando con claridad y se que Salvatore tampoco, pero ya no me importaba.
—Ejem... —escuche un ligero carraspeo, pero lo ignoré por completo hasta que fue imposible de ignorar, mi rostro se puso rojo al ver a Massimo y Alexander viéndonos con burla.
—Lo bueno que no se querían casar —Le di una mirada de muerte a mi cuñado— ¿Te han dicho que te pareces mucho a Juli con esa mirada?
Massimo no pudo evitar soltar una carcajada, Rodrigo seguía contrariado por lo que acababa de pasar y la verdad no podía culparlo ¿qué estaba haciendo? ¿Por qué lo bese? ¿Tan dolida estaba por lo de Vicente?
—¡Tierra a Ana! —Al parecer Renzi se había recuperado de su ataque de risa y ahora parecía impaciente y quizá hasta un poco molesto— ¿Dónde esta mi hijo?
Lo vi con incredulidad ¿hasta ahora se le ocurría preguntar por Roy? ¡Si lo dejó botado en casa de mis padres por su incapacidad de lidiar con la huida de Cassandra ¡qué ni siquiera fue porque no lo quisiera! Y en parte fue su culpa.
—Hasta crees que te voy a decir —Me cruce de brazos— ¡Es más hijo mío que tuyo!
—¡Por eso te lo robaste!
—Chicos... —Trato de razonar Alex, ya que por nuestros gritos la gente comenzaba a mirarnos raro, lo ignoré.
—¡Al menos yo si le presto atencion! ¡Y claro que no me lo robe! Solo fui a dejado con su mamá —Los ojos de Massimo brillaron en ese momento.
—¿Cassandra está aquí?
—¿Eres estupido?
Massimo estaba a punto de contestarme pero Alex nos interrumpió.
—Ya cállense los dos y mejor llévanos con Cass, mucho ridiculo hemos hecho ya —Los hermanos Salvatore estaban estresados, me reí internamente, ahora que lo recordaba, ese par odiaba los espectáculos.
Quería pelear nomas por enfadar, pero vi sus rostros cansados y me arrepentí.
—Andando —Solo espero que Cass no me mate.
(...)
Llegamos al edificio y casi no pude evitar restregarme la cara al ver a Pablo ahí parado queriendo coquetear con Cassandra, ese tipo no entendía los rechazos aún cuando fueran lo más evidentes posibles, la última carta que había usado mi amiga fue a Roy y su celoso padre.
Claro que no tenia que saber toda la verdad ni el hecho de que si fuera por Massimo, Cassandra podría hasta casarse o eso pensé hasta que lo vi acercarse de manera amenazadora.
—Mierda —Alexander intentó detenerlo bajo la mirada divertida de Rodrigo, yo me quede ahí ¿qué podría hacer Massimo? Siento que el marido de Juliette estaba exagerando.
Al ver como casi le rompe el brazo me quede súper fría ¿desde cuando a Renzi le importaba Cassandra? ¿De qué me había perdido?
—Escúchame bien gilipollas, quiero lejos de mi mujer o sabrás lo que es enfadar a un militar —Alex estaba más estresado aún y a Rodrigo solo le faltaba retratar el momento en que la cara de Pablo pasó de un saludable color a un pálido enfermo, creo que hasta un enfermo tendría mejor color.
Massimo gruñó para espantar al buitre y para alivio de Cassandra dio el efecto deseado porque Pablo se fue casi corriendo y estaba casi segura de que no planeaba regresar, al menos hasta que estuviera seguro de que Renzi no estaba cerca.
Una vez que el indeseado se perdió de vista, Cassandra desató su ira contra la primera persona que vio, o sea, Massimo.
—¡¿Quién te has creído que eres?! ¡No soy de tu propiedad!
—¡¿Qué no has visto cómo te acosaba?! Perdóname que te lo diga pero se te notaba lo incómoda a siete calles —ironizó molesto, respondiendo al ataque— ¡Y eres la madre de mi hijo! ¡Date a respetar más!
—¡Ser la madre de tu hijo no me convierte en tu propiedad! ¡Entiéndelo soldado de cuarta! ¡No soy tu mujer!
—¡Claro que si! —dicho eso, Massimo la besa con ferocidad, como queriendo marcarla como suya, jamás lo había visto así, por la mirada de los otros dos, supongo que tampoco le conocían esa faceta.
Me consta que Cassie se resistió, al menos por un momento, después se dejó llevar por la pasión que transmitía Renzi. Una vez que se separaron se puso roja al ver que tenía espectadores.
—Sígueme —Su voz era notoriamente más suave y su mirada también, tomó a Massimo de la mano y se fueron, dejándonos con la incógnita de que iba a pasar entre ellos, al menos a los Salvatore, yo de esta historia de amor no me pierdo nada.
Espere a que entraran al departamento, la lógica me decía que Cassandra llevaría a Massimo con Roy, así que solo tendría que pararme detrás del cuarto principal para escuchar ya fueran los gritos o los gemidos de ambos, aunque no creo que quieran traumatizar a su hijo tan pronto...o eso espero.
Dejando a los hermanitos con la boca abierta, me metí por el pasillo y me quede con la oreja pegada a la puerta y esto fue lo que escuché:
"—No podemos seguir así Massi, no es correcto.
—Por Dios Cass, vine hasta acá solo para encontrarlos —escuche como la voz de Renzi se quebraba un poco— Acaso...¿acaso ya es demasiado tarde? ¿Has seguido con tu vida?
Cassandra soltó un resoplido.
—No es momento ni lugar para esto Massimo, todo lo que ha pasado, lo que hiciste y aunque trataste de enmendarlo, no puedo perdonarte ¡tuve a nuestro hijo en una mugrosa celda!
—Cassie...
—Mira, dame tiempo ¿si? Podemos ser amigos de momento y ver cómo se desarrollan las cosas."
Deje de escuchar así que no sabía si se estaban abrazando o Massimo la había vuelto a besar, odiaba cuando me quedaba con la información a medias.
—Quien diría que Ana María León es una chismosa de primera —Tenia que aparecer el gilipollas, quise decirle algo pero en ese momento ambos caímos de bruces porque la puerta en la que estaban recargados se abrió inesperadamente.
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Amor y Deber #LatinoAwards2020
Chick-LitSegundo libro de la saga amores. Ana María y Rodrigo han vivido siempre a la sombra de sus hermanos mayores, los chicos perfectos... hasta este momento. Para su desgracia, el único error que sus hermanos cometieron los ha condenado para siempre. ¿Po...