Aquí Lía y Lou liberando al mundo historias cortas que escribimos del chico explosivo x lector femenino. Las publicaciones serán completamente aleatorias y se irán subiendo conforme las creemos y corrijamos.
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Tiempo: En línea con el manga. Los alumnos ya conviven en el edificio de dormitorios
Contenido: Para todos los públicos. Bakugō maldice como un marinero y detesta a Todoroki.
Nota extra: Quien haya visto Tokyo Ghoul entenderá la referencia ;)
Pd: Yao-momo best friend ever
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- ¡Vamos, hombre! ¡Dinos de una vez por qué (Nombre)-chan y tú estáis bajo arresto domiciliario!
- ¡Eso, eso! ¡No tiene ningún sentido y nos estamos volviendo locos!
Kaminari y Sero insistían constantemente a su pequeño compañero para que les revelara el motivo de vuestro castigo, pero Mineta se mantuvo en silencio, echándote un rápido vistazo para encontrarse con un ojo fijo en él, ya que el otro estaba cubierto por un suave parche blanco.
- Ella es un demonio... - susurró el chico de bolas moradas que coincidían en color con los golpes recibidos en su rostro.
- Imposible – rebatió Kaminari viéndote limpiar al otro extremo de la sala común – (Nombre)-chan es una copia de Yaoyorozu y no ha podido ser ella quien te haya dejado en ese patético estado.
- Además, no podría golpearte hasta esos extremos – puntualizó Sero con una risilla al señalar las marcas violáceas – Es como si Bakugō te hubiera dado una paliza mortal.
- Os digo que fue ella – replicó mientras sus manos temblorosas sujetaban el palo de la escoba, temiendo que en cualquier momento pudieras escuchar sus lamentos y quejas – Ahora entiendo por qué se puso de nombre de héroe Black Reaper...
- No podemos creérnoslo – suspiró Kaminari codeando a Sero en el costado para indicar que se fueran a clase antes de llegar más tarde – Si no nos dices por qué (Nombre)-chan pudo golpearte o mejor dicho, qué hiciste para molestarla, seguiremos creyendo que es un ángel con un lindo parche.
Mineta fue a responder, pero las palabras se trabaron en su garganta y solo pudo mover los labios en silencio antes de morderlos y agachar la cabeza con rendición, viendo como sus amigos se marchaban entre risas y mofándose de su estado.
Te habías mantenido al margen, pero habías estado atenta a su conversación para que al joven pervertido no se le escapara nada de la conversación que tuvisteis previamente antes de que Aizawa os castigara una semana entera a limpiar el edificio de dormitorios, tal y como obligó a Midoriya y Bakugō un par de meses atrás cuando se pelearon en las instalaciones de combate de la U.A.
Tenías que reconocer que la situación era muy distinta al de ese par de amigos de la infancia, pero Aizawa había tenido que darte parte de la razón, aunque no aprobó tus métodos de sonsacarle a Mineta lo que había hecho y que tanto te había enfurecido para lo tranquila y educada que solías ser.
