Escenarios Katsuki Bakugou

🍋 Vibra, tiembla... explota.

Ambientación: Apartamento de Bakugō y el lector.

Tiempo: Evento futuro. El lector y Bakugō son adultos independientes y viven juntos.

Contenido: Ya lo señala el título.

Advertencia: shot largo, aprox. 5900 palabras

***

— Estoy en casa...

Saludaste a nadie en particular, ya que recibiste el silencio como respuesta.

El apartamento compartido se sentía vacío y un tanto desolado. Ni el brillo anaranjado de las luminarias les aporta calidez a las estancias conforme las recorriste para ver su estado desordenado y falto de atención. Llevar al día una casa con tantas habitaciones, algunas en desuso, mientras trabajas prácticamente 24/7 y tus cortos periodos de descanso son para dormir y comer te hacen plantearte qué tipo de ama de casa llegarías a ser en unos años.

Tu pareja, el aclamado héroe Ground Zero, insistió en la amplitud del apartamento, en que él ayudaría con las tareas del hogar y sería un trabajo común cuidar y mantener vuestro hogar... Pero la realidad era muy distinta y te dolía que no cumpliera su palabra.

Bakugō no estaba en casa, como se había vuelto por costumbre. Solamente su ropa tirada por el piso te alertaría de su presencia, ya que él regresaba a altas horas de la noche y se iba temprano en la mañana, incluso antes de que te levantaras. Siendo un héroe profesional en continuo ascenso estaba plenamente dedicado a su esfuerzo por ser el mejor, para convertirse en el número uno, para no dejarse alcanzar por sus rivales y compañeros de secundaria.

Recientemente, Bakugō se había ofrecido como voluntario para supervisar y dirigir más trabajo, por lo que quedarse hasta tarde y dejarte sola y descuidada con más frecuencia no parecía importarle. A veces, incluso, te hacía plantearte serias cuestiones como el por qué quiso que vivierais juntos, por qué te presentó oficialmente como su pareja de hecho ante sus padres y por qué casi suplicó que comprarais un apartamento tan grande, como una inversión futura y a largo plazo... cuando casi te hacía sentir como si fuerais compañeras de cuarto que verdaderos novios.

Soltando otro suspiro alto y largo, te dirigiste hacia el cuarto de baño, desnudándote por el camino y arrojando las prendas al cesto de la ropa sucia. Hoy habías tenido un día pesado y asfixiante, así que un baño de agua caliente sería un buen contraste para calmar tus nervios e inseguridades.

Mientras se llenaba la bañera te quedaste desnuda frente al espejo sobre el lavabo, mirando las ligeras ojeras bajo tus ojos. Te pasaste una mano por el cabello, apartándolo a un lado para despejar la piel de tu rostro y limpiar el maquillaje que había cubierto las pequeñas imperfecciones. Querías mostrarte guapa y presentable, dada la fama de tu pareja y su reluciente autoestima, pero no podías evitar sentirte un poco insegura junto a Bakugō. Siempre tan confiado, orgulloso y altivo, tan llamativo e incluso atractivo para otras mujeres que no se asustaban ante su pésimo vocabulario y sus cejas permanente hundidas en un gesto enfadado.

Solo que ahora, la más pequeña mancha, peca, grano, herida... que pudieras otear en tu piel te hacía dudar y preguntarte en si ya no le resultabas atractiva a tu pareja. El sentirte descuidada por su parte no ayudó en tus quebraderos de cabeza cuando les dijiste a tus amigas lo que rondaba por tu mente y lo que sucedía con el rubio ceniza... No obstante, ellas intentaron quitarle importancia al asunto, queriendo tranquilizarte con "ya sabes cómo es él, no tiene tacto para ciertos temas".

Y sí, podía ser cierto... pero eso no explicaba el motivo de su ausencia, de sus faltas de muestras de cariño, de sus toques, de sus besos... Maldición. Ni siquiera recordabas cuándo fue la última vez que tuvisteis relaciones sexuales u os tocasteis entre sí sin que chocarais por el pasillo o le pasaras un objeto que él te pidió.