'Sí, quiero'

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Ambientación: Apartamento compartido y sala de preparativos.

Tiempo: Eventos futuros de la pareja y previos al gran día.

Contenido: Para todos los públicos. Un poquito de humor reservado al estilo de Katsuki.

Nota: En Japón no da mala suerte ver a la novia antes del altar.

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Aparentemente no tenías ninguna razón para estar despierta de madrugada

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Aparentemente no tenías ninguna razón para estar despierta de madrugada. No había ruidos ni sonidos que rompieran con la quietud del dormitorio, ni tampoco luces intensas que atravesaran tus párpados para impedir tu sueño. La oscuridad era total, como el silencio. Tan solo estabas acostada en tu gran cama, debajo de una manta mullida, con la seguridad de que tu cuerpo era sostenido por un colchón grueso y firme, y con tu cabeza hundida en la comodidad de tu almohada. Era como si las estrellas se hubieran alineado para brindarte las mejores circunstancias para una noche de sueño larga y de calidad.

Sin embargo, tu corazón todavía latía con frenesí en tu caja torácica, manteniéndote más despierta que si hubieras bebido cinco litros de café y después bombeara el estrés por cada arteria y vena. Sentías el pecho cálido, pero un sudor frío había brotado poco a poco en tu frente y en tu nuca... empezando a humedecer la funda de la almohada debajo de ti.

Una vez más lo racionalizaste: realmente no había ninguna razón para que no te durmieras. Absolutamente ningún motivo para estar estresada o lo que sea.

Quizás se debía a que al día siguiente te casabas, pero a excepción de ese asunto... No, no encontrabas otro fundamento para tu ataque de nervios.

"Dios mío, no soy capaz de hacerlo. ¡No estoy preparada!", debatías mentalmente mientras te agarrabas el cabello con ambas manos. "¡¿En qué tipo de lío oficial me metí?!", te cuestionabas, notando cierta punzada en las raíces de tu cuero cabelludo.

Estabas agitada, tensa y con ganas de gritar, pero eso último no podías ni siquiera contemplarlo, así que comenzaste a rodar de un lado a otro en el colchón, con las manos todavía agarrando tu cabello en un gesto desesperado.

Probablemente habrías continuado hasta cansarte o caerte de la cama... si no fuera por el gruñido disgustado que resonó a tu izquierda.

Te congelaste en el acto y echaste un vistazo a Bakugō durmiendo a tu lado.

Pensar que las horas se reducían con rapidez... y que en menos de un día serías la legítima esposa de esa explosión viviente que se convertiría en tu marido... Provocaba que tu propia cabeza implosionara de tan solo imaginarlo.

Lady Explosion Murder o Queen Explosión Murder... o "lo que sea" Explosión Murder. No importaba. De alguna manera habías logrado enlazar tu casamiento con tu funeral con ese sobrenombre...

Escenarios Katsuki BakugouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora