Génesis.

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El Santo, bajó de los cielos,

bañado por una luz celestial.

Bajó de los cielos,

en busca de deseos paganos que pertenecían a un mundo pecaminoso.

Habiendo desafiado la autoridad de Dios,

el Santo, anhelaba infectarse de decadencia.

El Demonio, le temía.

Era incapaz de entender como un ser de luz como él,

tenía un hambre tan ansiosa de pecados.

El Demonio atemorizado,

decidió que se limitaría a observar.

Los pies del ser de luz, ahora,

pisaban el húmedo barro del mundo que separaba a los puros, de los gilipollas.

Bajó la mirada, y le imploró al barro:

-Tiñeme la realidad hasta que deje de respirar.

girasoles caídosWhere stories live. Discover now