La Santa. I

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Ezequiel había traicionado a su padre.

Dios, cabreado hizo venir hasta el Paraíso a Rut.

La Santa apareció vestida de oro robado del Sol, batiendo sus alas plateadas.

Se postró ante su Todopoderoso Dios y dijo fría.

-Maldijo a la Virgen. Luego habló con Naturaleza, quién un día recibió el nombre de Santa Miriam. Y por último mi señor, mató a un pobre niño.

Dios, pronunció las siguientes palabras cargadas de odio:

-POR MI ALIENTO PERECERÁ, Y POR MI IRA SERÁ CONSUMIDO.

Rut, asintió, le hizo una reverencia, y partió en busca del desgraciado que le había propinado tanto dolor a su padre. La Santa tenía bien guardada una afilada espada en la vaina que colgaba de su cintura. Esa legendaria espada, originalmente era plateada, como cualquier otra espada, pero se dice que su propietaria llegó a matar a tantos enemigos de la palabra de Dios, que se volvió roja.

La Santa, era conocida a lo largo del cosmos por no conocer el significado de derrota. Pero esta vez, estaba un poco inquieta por su futuro enfrentamiento con Ezequiel, asesino de millones de demonios e infieles.

Lo localizó sentado en la orilla de un río observando su propio reflejo.

A lo mejor moriría ese mismo día, por el filo de la espada de un pecador.

O a lo mejor saldría victoriosa, bañada en la sangre de ese pecador.

girasoles caídosWhere stories live. Discover now