Tantos gritos habían acabado con la garganta de Minho en apenas horas, que parecían eternas para el mayor.
¿Cuánto tiempo habría desaparecido? ¿Alguien ya estará buscándolo? ¿Podrá salir con vida?
Son las preguntas que pasa haciéndose a sí mismo todo el día para no perder su cordura.
Jisung lo había dejado atado dentro de esa asquerosa habitación desde que "disfrutaron" su tiempo juntos, sin explicarle qué exactamente haría con él.
El mayor estaba cansado, había intentado escapar algunas veces ya pero esa vieja puerta que parecía poder romperse solo con el viento era más fuerte que cualquiera de sus intentos.
Estaba agotado. De tanto aruñar la puerta, de tanto gritar por ayuda. De estar tan solo y de ese maldito olor a podrido que no dejaba la habitación.
Los momentos en los que más se asustaba eran cuando Jisung entraba a verlo, con su sonrisa hipócrita y falsa como si no le hubiera hecho nada.
"He vuelto bonito." Canturreó con gracia el menor mirando el asqueado rostro de Minho. "¿Qué forma de saludar es esa? ¿No me vas a dar un beso? Pensaba desamarrarte si te portas bien."
Minho suspiró profundo y acercó su rostro al menor rozando sus labios cortamente.
Y pensar que antes amaba hacerlo.
Le daba náuseas besarlo, por lo que giró el rostro lo más rápido que pudo.
"Buen chico." El menor palmeó la espalda del castaño repetidas veces. "Ahora sí, ya que estamos, empezemos."
Jisung sacó un bisturí de su bolsillo acercando peligrosamente el filo hacia Minho.
"No te dolerá tanto, creo." Su ironía era tan grande que podía reír hasta en un momento como ese.
"Por favor, no hagas esto. No le diré a nadie pero por favor sueltame." Jisung solo canturreaba alguna tétrica melodía acercándose más.
Sus súplicas fueron completamente ignoradas, mientras el filoso metal se movía en su brazo arrancando un doloroso grito más de su garganta, quizá el último que le quedaba.
ESTÁS LEYENDO
Red. °Minsung°
FanfictionEl rojo era el color favorito de Jisung, y quería que Minho lo supiera.