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Jisung tarareaba una melodía pegajosa que había escuchado mientras con calma se dirigía a su supuesta casa.

Era difícil tener que ocultar a Minho, por lo que obviamente no lo iba a hacer en su casa real. Su hogar verdadero estaba lejos de la casa a la que se dirigía, algo que debía hacer todos los días para no levantar sospechas.

Se sintió en verdad calmado, las cosas estaban saliendo mejor de lo que pensaba y nadie sospechaba nada de él.

Abrió su casa y se instaló bien, como si nunca hubiera salido de allí. Pudo observar a través de la ventana como la patrulla de Bang estacionaba frente a la calle, y sonrió alistándose para su gran actuación.

A pesar de que no ser atrapado era aburrido, sabía que debía mantener un perfil bajo para que no alejaran a su verdadero amor.

Puso la mejor cara de desgracia que pudo, como si cada respiro le costara una eternidad, y esperó pacientamente a que el policía tocara su puerta.

"Buenos días Han." Saludó brevemente el rubio analizando cada detalle del rostro de Jisung.

"Oficial, ¿Hay alguna noticia de Minho?" Su tono de esperanza relució, tan falso.

"Por ahora lamento decirte que no, lo siento." Optó el policía por no decirle la verdad. "Solo quería venir a visitar un rato, ver como vas. No hay problema con eso, ¿Verdad?"

"Claro que no, muchas gracias." Hizo una reverencia y lo dejó pasar por completo a su casa.

Después de servirle una taza de café, se sumieron en un silencio puro e incómodo, que inquietaba a Jisung al no poder descifrar con claridad qué pensaba el australiano.

"Bien, muchas gracias. Cualquier información sobre Minho o quién pudo haberlo visto te la haré llegar."

"¡Nos vemos oficial!" Una pequeña sonrisa traviesa no pudo ser suprimida por parte del menor, un notorio error.

Al haber cerrado la puerta, se felicitó de cualquier forma por su increíble actuación, cualquiera que lo viera pudiera pensar que se trata de un enamorado que no pierde la esperanza de encontrar al dueño de su corazón.

Y es que Jisung nunca lo perdería, o eso pensaba.

Mientras él se relajaba tranquilamente sin grandes preocupaciones, el policía se encontraba pidiendo la orden de allanamiento con total seguridad.

"Podrá no estar ahí contigo, pero sé que sabes algo Han. Y encontraré a Lee Minho haciéndote pagar por burlarte en mi cara." Resopló para sí mismo al momento en que su compañero de oficina le comunicaba el procesamiento de la orden.

Red. °Minsung°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora