Changbin se adentró a la habitación en la que Minho se encontraba captivo y sin energía apenas había encerrado a Jisung.
Se acercó a su amigo con lágrimas que no pudo evitar mientras acunaba su rostro, como buscando convencerse de que en serio lo había encontrado.
"Ya estoy aquí Minho, ya nada malo te pasará." Lo consoló el menor mientras Minho solo se mantenía con sus ojos cerrados, intentando calmarse.
Al fin su pesadilla podría acabar.
No tendría que seguir viendo a ese maniático que antes consideraba especial en su vida. Ni a esas horribles paredes rojas que parecían querer asfixiarlo.
Changbin tuvo que volver a la realidad después de abrazar a Minho, aún debían escapar.
Se alarmó aún más cuando escuchó una puerta, por lo que desamarró al mayor e intento apoyarlo encima suyo para que pudieran avanzar con rapidez.
Aún con el miedo corriendo por sus venas y el corazón acelerado, Changbin bajó las escaleras lo más rápido que su peso y el de Minho le permitieron y al ver la puerta principal asegurada se petrificó.
¿Qué harían ahora? Esa posibilidad no la había considerado porque su mente se encontraba demasiado confundida.
Pensó lo más rápido que pudo y se le ocurrió que podrían refugiarse en el garaje, a pesar de que esa puerta también estuviese cerrada.
"Nadie conoce mi casa como yo." Gritó Jisung a lo lejos, haciendo que Changbin tragara saliva totalmente nervioso.
Decidió dar suaves caricias para relajar a un semi inconsciente Minho que de seguro no estaba ni en condiciones de asustarse.
Comenzó a crear un plan, sabiendo que la única manera en que podrían salir de allí era si estructuraba una buena idea.
Jisung de seguro estaría revisando todo el segundo piso primero, y aprovecharía esto para obtener alguna cosa para enfrentarse a él cuando bajara.
Respiró profundo acomodando a Minho y se movió despacio, haciendo el menor ruido posible.
Tomó un cuchillo de la cocina siendo consciente de que había un espacio vacío; Jisung debía tener otro.
Decidió esperar por la parte detrás de las escaleras para sorprenderlo cuando bajara.
Jisung se encontraba sonriente y moviendo el cuchillo de una mano a otra, para él esta situación era un divertido juego. Sabía que su premio sería mantener a Minho a su lado, y no quería presumir pero era demasiado bueno en los juegos.
Bajó las escaleras pisando fuerte a cada paso, como queriendo molestar a quién sea que había entrado a su casa.
Cuando iba a bajar el último peldaño fue sorprendido por el sonido de sirenas y las parpadeantes luces de las patrullas que podían ser vistas a pesar de que las ventanas estuvieran cubiertas.
Changbin también se sorprendió, comprendiendo enseguida que de seguro Hyunjin por el miedo había llamado a la policía por cualquier cosa que pudiera ocurrir.
Aprovechó que Jisung se encontraba quieto en el último peldaño para acercarse por detrás propinando una patada a su pierna, para que perdiera el equilibrio.
Han se levantó de inmediato rodando en el suelo a una posición más alejada y ahí pudo verlo.
Era Changbin, el mismo que le había dado una paliza antes.
«De verdad querías ver a Minho.» pensó dando de cierta forma crédito al esfuerzo del mayor.
Sonrió aceptando el desafío y disfrutando del rostro lleno de confusión del contrario.
Se abalanzó hacia él mientras se encontraban en un forcejeo por el único cuchillo que se encontraba al alcance de ambos, siendo irrelevante para los dos a dónde habría ido a parar el otro.
Patadas se escucharon en la puerta principal, la policía estaba intentando abrir a la fuerza.
"Se acabó Jisung, deja ir a Minho." Gritó el policía Bang, quien continuaba pateando la puerta sin conocer el forcejeo que estaba teniendo lugar en el interior de la casa.
Jisung se sintió asustado por primera vez, ya que debía pensar rápido.
Sabía que si dejaba entrar a la policía estos ayudarían a Changbin y se llevarían a Minho.
Su fría y calculadora mente le revelaba una serie de ideas para salir de la situación, pero ninguna parecía favorable.
Seguían atrapados en la misma pelea por un cuchillo, sin tener fuerza suficiente ninguno por los esfuerzos anteriores que habían realizado.
Antes de que la puerta terminara de ser derrumbada, utilizó toda su fuerza y guiado por su gran locura logró quitarle el cuchillo a Changbin, corriendo en busca de Minho lo más rápido que pudo.
Agradeció haber pensado tan bien como para poder dar con su paradero de inmediato, como él lo esperaba se encontraba en el garaje.
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Red. °Minsung°
FanfictionEl rojo era el color favorito de Jisung, y quería que Minho lo supiera.