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"Jisung va para allá." Fue lo único que Changbin pudo escuchar de todas las palabras que Hyunjin soltó con nerviosismo.

Se sintió lleno de frustración mientras buscaba cuál de todas esas habitaciones era en la que estaba Minho.

Buscó por cada una del primer piso, incluyendo al garaje con miedo de encontrarse con algo repugnante.

Siguió registrando toda la casa de Han aún con el miedo y el corazón acelerado de imaginar que aparecería de la nada.

Por más que no buscaba distraerse, era demasiado difícil con todas las cosas extrañas que estaba viendo en esa casa.

Nunca pudo imaginar a alguien con gustos tan extraños, y tan solo pensar que Minho podría haber recorrido esos mismos lugares lo llenaba de asco y tristeza.

Subió al segundo piso donde habían 4 habitaciones, una parecía ser más fea que la otra, pero solo la última se encontraba cerrada. Y no estaba cerrada de una forma normal, tenía puesto un candado amarrado con cadenas como para que nadie pudiera forzar la entrada.

Se acercó rápido a esa puerta escuchando únicamente a su corazón latir, un sonido que en ese momento se le hacía ensordecedor.

Cerró los ojos y tocó la puerta en busca de ver qué tanto el candado resistía.

Escuchó un quejido viniendo de adentro y se sorprendió.

¿Podría en verdad ser él?

"¿Minho?" Preguntó en un tono suave, como si decir ese nombre se sintiera como un golpe bajo que lo llenaba de dolor.

Solo recibió como respuesta otro sonido lastimero, pero sabía que era él.

Tantos años de amistad, tanto tiempo juntos de cierta manera solo podía saber que se trata de Minho.

Aguantó las lágrimas que quería derramar y tocó la puerta como demostrando que estaba ahí para él.

"Aguanta un poco más Minho, solo un poco más." Buscó alentarlo Changbin mientras pensaba en cómo podría abrir esa puerta.

Se veía mucho más complicado que la puerta por la que había logrado entrar a bajo.

Era difícil pensar cuando se sentía presionado por todo. El tiempo, Minho quien parecía estar sufriendo cosas que ni quería imaginar y sobre todo su propia mente que le recordaba a cada segundo que debía hacer algo.

Siguió pensando lo más que pudo hasta que escuchó la puerta de abajo abrirse.

El sonido lo sorprendió, pero sabía que no podía perder tiempo o ser descubierto por lo que corrió a esconderse a otra habitación haciendo el mayor silencio posible.

La presencia de Jisung quizás podría de cierta forma ayudarlo a sacar de ahí a Minho, a pesar de ser quien lo había encerrado en ese horrible lugar.

Respiró profundo analizando sus opciones, y las pisadas parecían acercarse cada vez más a él, imitando al sonido de las manecillas del viejo reloj que marcaba la hora en ese desolado cuarto en el que se escondió por el momento.

Minho estaba ahí en verdad, y era el  momento de rescate que tanto había planeado.

Red. °Minsung°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora