;Adrenaline;

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Una vez que la distracción estaba en progreso, Changbin decidió salir corriendo lo más rápido posible hacia la casa de Jisung, ignorando lo lejos que quedaba de aquel parque.

«Qué buen plan.» Se reprendió mentalmente mientras seguía corriendo casi sin aliento.

Desesperado y algo agotado llegó al lugar que dijo la señora, y se asustó al ver esa casa tan tétrica pintada de rojo en cada esquina.

¿Sería igual por dentro?

Intentó ignorar esa pregunta innecesaria pero no se le hizo tan posible, pues pensar es lo único que podía hacer hasta que el aire volviera a llegar a sus pulmones.

Una vez que se encontraba en estado regular, se dedicó a mirar por alrededor de todo el exterior de la casa, debía encontrar una manera de entrar sin ser descubierto.

O al menos, no tan rápidamente.

Hoy debía rescatar a Minho sin temor a que algo saliera mal, pues iba a ser probablemente una de sus pocas oportunidades.

La casa tenía dos pisos y todas las ventanas se encontraban tapadas, dificultando el acceso.

Vió una ventana algo rota y se preguntó si Minho habría intentado escapar por ahí.

Su corazón se estrujó de la pena pero no perdía la concentración, si quería salvarlo debía pensar.

Volvió a echar un vistazo y la puerta trasera llamó su atención, esta se veía tan vieja que quizás si la forzaba un poco no ocurriría gran cosa o al menos le permitiría entrar.

Al no traer herramienta alguna, se abalanzó contra la puerta sin importar que su cuerpo se lastimara en el proceso.

Procedió a lanzarse varias veces hasta que casi pierde toda su fuerza, y justo cuando logró abrirla se asustó al escuchar cómo su celular sonaba, debía ser Hyunjin.

Jisung había terminado compartiendo un café con el tal Hyunjin, ¿Quién iba a saber que estudiaban en la misma universidad? Debía admitir que se sentía aliviado de poder hablar con alguien que entendiera del arte, a pesar de que no se sentía seguro de que el chico disfrutaría de ver sus obras de arte.

Dentro de sí tenía también una gran sospecha de Hyunjin, pues en ciertos momentos su sonrisa flaqueaba o su mano temblaba al llevar la taza a sus labios.

Se le estaba haciendo algo tedioso tener que estar perdiendo el tiempo igual, pues él debería estar ahora junto a Minho, su mayor fuente de felicidad.

De tan solo pensar en él, se sintió inquieto, por lo que decidió que era hora de despedirse.

Hyunjin intentó frenarlo con excusas débiles de que aún no había visto sus cuadros pero Jisung le explicó que cargaba apuro, y que en otra ocasión podrían hacerlo.

Por lo que a Hyunjin no le quedó más que marcar con desesperación a Changbin, rogando con todas sus fuerzas que no fuera descubierto.

Aunque el tiempo no estaba a favor, ni mucho menos la paranoica mente de Han Jisung.

Red. °Minsung°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora