Las paredes parecían burlarse de su desgracia, mientras lo único que Minho podía hacer era correr con desesperación en busca de las llaves de la casa, la cual había sido cerrada por el menor.
Escuchó pasos sintiéndose tenso pero sabía que no debía hacer ruido, no podía.
Abrió una ventana lo más despacio que pudo con el único brazo que se mantenía con fuerza, y decidió esconderse en otra habitación.
"Eso no fue inteligente Minho." Jisung negaba con la cabeza recorriendo cada habitación.
Era muy tétrico verlo, recorriendo con un brazo sobre su abdomen la casa que era completamente roja y cerrada. Eso sin contar la "terrible cara de desgraciado" como la describía el mayor.
Jisung llegó hasta el lugar en el que la ventana se encontraba abierta y se puso a pensarlo.
Su casa era de dos pisos, y esa ventana estaba justo en el segundo, por lo que si decidía escapar por ahí lo más probable es que no pudiera aterrizar bien por el impacto al caer.
Además de que el mayor tenía un brazo herido, era imposible que escogiera esa alternativa.
Sonrió con suficiencia y fingió rendirse en su búsqueda, simplemente sentándose en un mueble cercano.
Minho tendría que salir, tarde o temprano.
¿Estaría alguien buscándolo? Ese tipo de detalles a veces perturbaban a Han pero en el fondo sabía que tenía todo bajo control.
Su tesoro estaría de nuevo junto a él, claro que después de su merecido castigo por si quiera intentar alejarse.
«Y pensar que le creí.» pensó apretando su mandíbula con fuerza, se sentía enojado.
Por otro lado Minho intentaba arrastrarse por cada habitación en busca de esas benditas llaves que lo privaban de su libertad.
No estaba seguro de que Jisung haya creído su mentira, por lo que estaba esforzándose al máximo.
Al atardecer, se escondió bajo una cama la cual creía que era del menor, pero no podía seguir andando debido al cansancio.
Se relajó mucho más cuando escuchó como la puerta principal era abierta, por lo que a pesar de estar agotado salió de su sitio seguro a seguir buscando.
Revolvió todo hasta que dentro de un cajón encontró un set de llaves, y corrió con toda la emoción del mundo a probarlas en la puerta principal.
No eran, pero podían servirle.
Probó por cada puerta que diera con la calle que encontró, hasta que al fin pudo abrir una; la del garaje.
Corrió con lágrimas de alivio y felicidad en sus ojos dándose el tiempo hasta de tomar su teléfono que se encontraba -para su propia sorpresa- botado en la entrada, corrió lo que más pudo pero terminó inconsciente en quien sabe donde.
Cuando despertó se encontraba en una cama desconocida, y todo su cuerpo dolía.
¿Cómo había acabado allí? Lo único que le importaba era que estaba a salvo, lejos de Jisung. O eso quería pensar para al menor poder cerrar sus ojos.
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Red. °Minsung°
FanfictionEl rojo era el color favorito de Jisung, y quería que Minho lo supiera.