Noche de Juegos [TodoBakuDeku] BNHA AU

Dulce y Picante

Aquel de ojos verdosos golpeó la puerta firmemente con sus nudillos. Sabia por experiencia que su compañero era como un depredador experto, podía oler su miedo y aprovecharse de ello pero... ¿habían verdaderas razones para temerle luego de su comportamiento en los últimos días? Todoroki le afirmaba que si, y confiaba de manera fiel en él aunque no sabía hasta que punto.

Escuchó gruñidos y quejas desde el otro lado de la manera, insultos dirigidos a su progenitora que no consideraba adecuados repetir aunque fuese solo en su mente. El pestillo giró y... le golpeó en el rostro. No de forma literal, sino algo más intenso. Pequeñas gotas de agua caían desde los picos de su cabello, hasta escurrirse entre el cuello de su camiseta hacia lugares más allá de su linea de visión.
Y ese aroma... colonia mezclada con la nitroglicerina de su sudor. Dulce y picante a la vez, una agradable combinación que podría embriagarlo si la inhalaba lo suficiente.

—¿Deku? ¿Qué carajos haces aquí? — preguntó con el ceño fruncido, habiendo olvidado por sólo milésimas de segundo del acontecimiento que se estaba llevando a cabo.

—Yo... tu mamá nos invitó a almorzar... y dijo que viniera mientras la comida no estaba lista... — la contestación fue de manera penosa, no estaba seguro de por cuanto tiempo había permanecido observando al rubio. Lo suficiente como para incomodarlo, quizás.

—Ah... si...— no dijo mucho más y volvió a adentrarse en su habitación, para tirarse de espaldas en la cama. —¿Vas a pasar o te vas a quedar ahí parado como imbécil?

—N-No... digo... si, ya voy... — caminó hasta sentarse junto a él. Sus manos temblaban, no comprendía la razón que lo tenía tan nervioso. Después de todo solo era Kacchan, no habían motivos además de...

—¿Te gusta?— la interrogante salió de la nada, generando solo confusión en el pobre Midoriya que se sobresaltó sin saber como reaccionar.

—¿De qué o quién hablas? N-No entiendo el contexto...

—Ya sabes... el bastardo mitad y mitad. — escupió casi como con asco. —Todos parecen darse cuenta de como te mira, menos tú.

¿Qué? ¿De qué estaba hablando? Era imposible algo así viniendo de Todoroki, solo eran amigos cercanos, ni en un millón de años pasaría algo así. De seguro lo decía solo para molestarlo. Si fuese cierto, Uraraka hubiera sido la primera en comentárselo.

—Pero... ambos somos chicos... — la excusa más tonta pero la única que se le venía a la mente para intentar escapar.

Recibió una carcajada de parte del contrario tan sonora que lo hizo encogerse en su lugar, como un gatito asustado.

—Ay, Deku... y pensaba que el anticuado era el cuatro ojos de Iida. ¿Te quedaste atrapado en el siglo pasado o estas reprimiendo tu súper evidente gusto por los hombres?— una sonrisa malévola asomó por sus belfos, poniéndole la piel de gallina.

—Y-Yo... e-eh...— ya no tenía palabras. Su rostro hervía y se tornaba rojo como un tomate. ¿De dónde sacaba eso? ¿Sus amigas le habían contado? No, lo dudaba, casi no hablaban con él y no serían capaces de traicionar su confianza. Entonces... ¿Qué era lo que estaba pasando?

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Lo prometido es deuda, finalmente puedo terminar este capítulo.
Pero (y siempre hay un pero) no puedo prometer ser constante con las actualizaciones, por lo menos no hasta salir de vacaciones.

Aún así quiero agradecerle de corazón a todas esas personitas hermosas que a pesar de todo siguen ahí apoyándome día a día, los amo a todos <3

Sinceramente, Sam.