Capítulo 18. Si todos se enterasen

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"Me desespero por cada mensaje, por cada llamada. Y me muero de celos por cada chica que cae en tus brazos.

Y sin embargo, no entiendes, que esto no es solo amistad.

Por cada foto que tocó guardar. Por cada mensaje que tocó borrar. Por cada mañana sin tu ser, estar... Porque tus brazos no supieron aguardar y esperar.

Y si no entiendes que esto no es solo amistad.

Y si me desepera cada mensaje y no contestas otro más."

(...)

- Creo que nunca volveré a ser la misma. - Bajó su mirada al suelo. - Hanji, yo no quería que... Eso pasara, yo no quería pero él lo hizo igualmente.

- ¿Quién lo hizo, Mikasa? - La chica estaba temblando.

- Eren... Pero él...

- No lo justifiques. Eso solo te hará más daño. Echalé toda la culpa. Desahogate.

(...)

Durante más de una hora se escucharon gritos en el bosque junto con los arboles cayéndose uno tras otro. La azabache sentía todas sus fuerzas agontandose, todos sus músculos quebrándose. Realmente no sabía si era esto lo que necesitaba, realmente no sabía si llorar, desahogarse o tirarse a un lago congelado. La verdad es que no sabía lo que quería y lo que haría ahora y eso la asustaba mucho.

Cuando llegaron al castillo algunos la miraron más discretamente que otros, pero la razón de todos era la misma: ¿Que le estaba ocurriendo?

Se suele decir que la adolescencia es una etapa de cambios, aventuras y hormonas. Caprichos y locuras. No se sabía si la bala se podía convertir en pistola o si un huevo se convertirá en una hermosa águila. Al igual, ella no sabía como iba a salir de todo esto. Lo que tenía claro es que no se iba a quedar estancada en el pasado y que eso le arruinase la vida entera. Sería difícil de superar, por supuesto. Pero el tiempo seguía avanzando y no había parado en lo más mínimo. Dentro de los muros cada minuto se guardaba como paño en oro. Ella no iba a dejar desperdiciar todos esos minutos.

(...)

1 mes después

3 meses. 3 meses quedaban para la expedición. 3 meses quedaban para salir de los muros, para poner la vida de cientos de soldados en peligro de muerte.

Los entrenamientos eran mucho más duros. Los lideres exigían mucho más a los cadetes. El tiempo se les venía encima y no debían desaprovecharlo en lo absoluto. Se levantan mucho más temprano y los días libres escaseaban cada vez más. A penas había tiempo para pensar.

La chica de pelos azabache se despertó ese día con muy mal pie. Por la noche había tenido un sueño que le recordaba una horrible sensación de soledad y pérdida. Y sin embargo, pese a lo alterada de esta, su compañera de habitación seguía dormida tan tranquila. Roncaba profundamente. Mikasa sonrió al ver la escena tan tierna.

No tardó en levantarse, asearse y vestirse. En apenas 15 minutos se encontraba frente a la puerta del capitán. Llamó tres veces como siempre y Levi le respondió con un Adelante, como siempre.

La chica entro tranquila en la habitación. Levi se encontraba terminando de ponerse algunos botones de la camisa y cuando vio entrar a Mikasa por la puerta sonrió. Ella se acercó a él y le rodeó el cuello con los brazos. Se besaron tierna mente. Era una escena de lo más cotidiana y tranquila y es que eso era lo que le inspiraba el capitán; cotidianidad y tranquilidad. Y la verdad era que eso era lo exactamente necesitaba en momentos como esos.

No muchos después se fueron a desayunar aunque no entraron juntos, ya que nadie de la legión, ni siquiera los mejores amigos de ambos, sabían de su relación, o eso pensaban ellos. Si bien los amigos de Levi ya se intuían bastante, los amigos de Mikasa estaban mucho más perdidos en el tema. 

Sin embargo, Levi y Mikasa no hacían mucho esfuerzo en ocultarlo aunque no lo gritaran a los cuatro vientos. Pese a que preferían ocultar sus actos de cariño para cuando estuvieran a solas. 

El día pasó rápido para cuando ambos ya se encontraban en la cama del mayor. Levi se entretenía dándole caricias a Mikasa desde su cuello, brazos y partes más baja mientras la chica solo disfrutaba de estas. Muchas noches se la pasaban así, simplemente disfrutando de la compañía del otro, no buscaban nada más que eso. 

- Oye Levi... - El silencio le indicaba que continuara hablando - Me preguntaba como sería esto si los demás supieran lo nuestro

- ¿Lo nuestro? - Pregunto en tono picaron

- Sabes perfectamente de lo que hablo...

- Y yo también te pregunto serio.  ¿Somos novios o un simple rollo?

- Quiero creer que soy alguien especial para ti porque tú eres muy especial para mi y te quiero muchísimo. - Habló sonrojada

- Yo también te quiero mucho Mikasa. ¿Quieres una relación seria? La tendrás. - Hizo un silencio - Respondiendo a tu pregunta, si todos lo supieran Hanji no pararía de hacer bromas al respecto. Yo igual le contestaría con cosas suyas privadas y de Erwin, Mike me daría el visto bueno con el pulgar hacía arriba y Erwin no pararía de preguntarme si soy feliz. Yo obviamente le contestaría que sí. 

- Si se lo contara a Sasha seguramente escupiese lo que tendría de comida metida en la boca en ese momento. Christa fliparia mucho e Ymir no pararía de hacerme preguntas al respecto. Armin seguramente lo sabría desde hace tiempo y le indignaría que no se lo contase antes. 

Levi en ese momento no se dio cuenta, pero Mikasa no había nombrado a Eren en ningún momento. Parecía que finalmente se había olvidado de él completamente. 

Mikasa ya estaba dormida cuando Levi la miraba fijamente, memorizando cada facción de su rostro, cada centímetro de piel visible. A los ojos de él ella prácticamente perfecta. No tenía un solo rasgo que no le agradase. Este no se dio cuenta de cuando empezó a susurrar. 

- Mikasa solo te puedo decir que he sido un estúpido. Un estúpido al dejar que te hicieran tanto daño, al negar tanto mis obvios sentimientos por ti. Nunca debí hacerlo y se que soy un cobarde contándote todo esto mientras estés dormida, inconsciente y no me puedas escuchar pero se que si te lo digo  mientras estés despierta no podré hacerlo: La verdad es que te amo Mikasa Ackerman. Te amo y probablemente siempre lo haga porque eres sencillamente perfecta y nunca pensé que encontraría a alguien que se adaptara tan fácilmente a mi y que de cierta forma me completase. Porque antes de que llegases a mi vida me sentía perdido pero tu me enseñaste el camino que debía seguir. Eres la luz que aparece en medio de un callejón sin salida y te indica el camino de vuelta. Por eso, muchas gracias Mikasa. No importa si vas fuera de los limites del universo o fuera de los limites de la muerte, porque yo te seguiré a donde sea como si fueras mi dueña y yo solo un perrito faldero. he dejado que te hagan mucho daño pero ya no lo volveré a permitir porque esos sucios titanes tendrán que pasar por encima de mi cadáver si quieren hacerte algo. 



"Si no te alzas por nada, ¿qué te hará caer?"

Mi Salvador | RivaMika [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora