Mi Salvador | RivaMika [COMPLETA]

Capítulo 22. El corazón no olvida

"Muchas  veces sientes como si nadie ni nada estuviera ahí, como si estuvieras solo en el universo, como si te olvidaran en medio de la nada, como si desaparecieras, como si estuvieras cayendo y gritando pero nadie pudiera oírte, como saludando a través de una ventana que nadie puede traspasar. Tal vez, la razón para creer que estarás bien es que te sientas suficientemente fuerte para mantenerte de pie. Puedes ver que, al fondo, en medio de la oscuridad, hay alguien luchando por ti y que viene corriendo para llevarte a casa. Entonces recuerda que incluso cuando la oscuridad te encuentre y necesites a un amigo para que cargue contigo pero estés tirado en la nada, serás encontrado y salvado"

(...)

Mikasa se miraba al espejo de la habitación donde se encontraba. Vestida de blanco a los 18, quien se lo hubiera imaginado. Desde que despertó hace ya casi dos años se había sentido confusa, como si estar con Eren no fuese su vida.

Una mirada azul que se veía reflejada en el espejo la sacó de sus pensamientos.

— Levi... — Se dio la vuelta para mirarlo fijamente.

— Estas preciosa Mikasa. — Habló él sin más.

Hubo un silencio que para ambos duró horas pero que fue en realidad cuestión de segundos.

— Levi... — Habló finalmente la chica. El nombrado se calló para que siguiera hablando. — ¿Sabes? Nunca he besado a otra persona aparte de Eren... — El azabache sabía que era mentira pero no podía decirlo a estas alturas, ya no. Tendría que hacerse a la idea de que Mikasa ya nunca será suya. — ¿Me puedes besar? — Levi abrió los ojos sorprendidos, aunque no tardó en volver a su estado de indiferencia.

— Mikasa... ¿Estás segura?

— No sé a qué otra persona podría pedírselo.

Así Levi se acercó a la chica y cuando ya estuvo frente a ella le acarició la mejilla, agarró su cintura para juntar más sus cuerpos. Sus labios se acercaban a los de ella y Mikasa cerró los ojos hasta que lo sintió.

Sintió esas mariposas en su estómago y un fuerte mareo a causa de todo lo que le venía a la mente. Sin embargo, continuó el beso. Inclinó la cabeza para que sus narices no chocaran. Levi se separó de ella.

— Mikasa, no... — Juntó sus frentes — No está bien... No debería haberlo hecho.

— Levi... — Mikasa quería decirle todo lo que le pasaba por la cabeza ahora mismo pero simplemente no le salían las palabras.

— Te vas a casar... — Dijo en desánimo. — Nos vemos en el altar, Mikasa.

Poco después de que Levi se fuera, llegaron las damas de honor. La chica veía como él se alejaba de ella, siempre un paso por delante. La mente de la chica se llenaba de imágenes junto a Levi, habían vivido momentos juntos y únicos. Desde aquel día hace dos años había recordado poco a poco momentos junto a él. Poco a poco, como un gato sigiloso se iba enamorando de él, o mejor dicho re-enamorando. No sabía porque había aceptado la propuesta de Eren, cuando sabía perfectamente que a quien amaba era a Levi. No encontraba el momento de ir corriendo y esconderse entre sus brazos. Una parte de ella le decía que debía seguir adelante y que el pelinegro era solo un capricho o fruto de su imaginación, esa parte era la que perdió la memoria. Sin embargo, quería y deseaba con toda su alma estar junto al azabache. Aquel que le había enseñado a aceptar lo que verdaderamente merece.

En cuanto a Levi, rememoraba cada momento de la noche anterior.

FlashBack

Levi entró despacio en la habitación. Veía a la azabache tumbada en la cama que se encontraba en el centro del dormitorio. La luz de la luna que entraba por la ventana la hacía aún más bella, esta hacía resaltar sus facciones y su pelo brillaba más de lo que normalmente lo hacía.