Apenas quedaban horas para que la expedición diera comienzo y todos estaban bastantes nerviosos. En especial el trío de Shingashina, ya que los tres provenían de aquel lugar que intentarían reconquistar.
Desde la violación, Eren y Mikasa nunca hablaban. La chica se había desentendido totalmente de él. Sin embargo, el pequeño rubio seguía siendo el mayor confidente de ambos y algunas veces, eso, lo ponía de los nervios. Si bien no sabía que había pasado exactamente con los hermanastros, se podía hacer una idea bastante aproximada de lo que había sucedido, aunque no llegara a creerse del todo que Eren hiciera algo por el estilo.
Este día, en específico, se celebraría la última cena para muchos. Una cena que daría pie a un milagro o a una catástrofe. Esta cena marcaría el fin del principio y el principio del fin.
Ya todos reían y celebraban con un gran banquete la fecha, incluso Jean y Eren comenzaban a pelear, acto que Mikasa aprovechó para salir a respirar aire limpio. Allí se encontró a Levi sentado en el césped. Ella se colocó a su lado.
- Hola – Habló la chica.
- Hola – Cruzaron miradas y se sumieron en un silencio. – ¿Sabes Mikasa? Nunca creí que me enamoraría de alguien. Siempre le he tenido miedo a la muerte, no a la mía, si no a la de mis seres queridos. Sin embargo, nunca he temido morirme teniendo algo que decir. Por eso, te voy a decir todo lo que pienso, Mikasa.- Por ese entonces, la chica prestaba completa y total atención a Levi.
El chico se colocó enfrente de ella, hincó rodilla en suelo y mirándola a los dijo de puro corazón:
- Mikasa, me haría el hombre más feliz si pudiese estar a tu lado el resto de mi vida, ¿quieres casarte conmigo?
Las lágrimas brotaban de las mejillas de la chica que hasta reventar de felicidad, respondió:
- Por supuesto.
(...)
Todo estaba borroso y confuso, como salido de un sueño...
O mejor dicho, de una pesadilla.
(...)
Nadie, absolutamente nadie, esperaba tal recibimiento de parte de la población al despedir a la legión en aquella expedición que decidirá el futuro de la humanidad. Los veteranos admiraban tal acto ya que nunca, desde que ellos recordaban, se había hecho algo por el estilo. Los nuevos reclutas gritaban promesas de futuro sin saber que nadie desde debajo de la muralla podía escucharlos.
Así, todos salieron al peligro. La expedición comenzó y toda la emoción que había al principio se sustituyó por concentración y preocupación de ser comida para titanes.
Tras largas caminatas y largas charlas silenciosas llegaron a Shingashina pasado por el bosque que había para no ser vistos, lo que no sabía es que alguien ya los estaba vigilando. Todos se sentían observados, pero no sabían desde que punto.
Ordenes y más ordenes. La azabache las cumplía sin rechistar. Protegía a todos sus seres queridos. No tardaron en encontrar donde se escondían sus enemigos, pese a que seguía sin tener la completa consciencia de que sus compañeros de escuadrón, quienes con esmero intentaban alanzarla, fueran sus propios rivales. La batalla comenzó.
Gritos, sangre, un aura de desesperación no se hicieron esperar. El lugar cambió completamente.
Nadie podía predecir lo que pasaría y la verdad que ni Mikasa era consciente de lo que pasaba, simplemente actuaba por intuición. Hasta llegó a amenazar a la persona que amaba y de la cual estaba embarazada, pero no lo sabía.
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Mi Salvador | RivaMika [COMPLETA]
Fanfiction- No te puedo dar más... - Dijo él - No necesito más... - Contestó ella. Levi y Mikasa son las personas más testarudas y cabezotas de toda la legión, y hacen todo lo que sea necesario para proteger a los que quieren y aman. Pero... ¿y si uno se en...