"Por cada sujeto y cada predicado donde el escritor desahogó sus penas. Por cada acorde perdido en el piano de un compositor. Por cada página en blanco de un ilustrador sin blanca y por cada personaje perdido de un guionista sin película. Por todas esas lluvias en un cielo despejado y esas risas enlatadas en un mar sin marea. Por esos llantos salados que curan la cicatriz de tu pecho. Y por esa mano de ayuda que desaparece en la linea de horizonte. Porque ese escritor puso tus sentimientos en palabras, por cada emoción que asocias a una canción y por cada herida de grafito que existe en tu corazón. Por ese personaje muerto más real que un humano de verdad. Que esas lágrimas sanen los relámpagos de sangre en tus ojos y que cada mano que desaparece del horizonte puede caerse."
Mikasa se levantó sintiendo un frio desolador a su lado.
Creyó que me faltaba algo, que había un hueco debía rellenar. Pronto se dio cuenta de que aquel vacío había sido por su culpa. Levi había entrado en su vida sigiloso cual gato y habia salido de la misma manera, más rápido que el rayo y sin anestesia.
Pegó una gran bocanada de aire con la esperanza de que las ganas que tenía de llorar se fueran, pero nada resultó efecto. Finalmente se tuvo que levantar de la cama, vestirse y dirigirse al comedor.
Allí otro trozo de su corazón se despojo de ella al ver al otro azabache con la taza de té leyendo unos informes tan tranquilo, tan normal, tan poco afectado por nada.
Y es que era eso, seguramente lo de ellos hubiese sido "nada", o al menos para él porque para ella había sido todoLa realidad es que Levi no había pegado ojo en toda la noche. Intentó dormir en su cama, intentó. No hacía más que venirle a la mente a su madre agonizando en sus ultimas o horas y si no era eso eran los gemidos de Mikasa que ahora no podría escuchar.
Ahora, lo habría hecho de igual manera pero hubiera aprovechado la oportunidad que tuvo para explicarle a Mikasa lo sucedido.
Así pasaron varias semanas y ambos azabaches solo se hablaban solo para extrictamente necesario. Eso hacía que las saspechas de Mikasa que solo había sido una más en su vida se hiciera a cada día más real.
La azabache se dirigió al despacho de su capitán con su semblante serio que la había caracterizado estos ultimos días. Llamó a la puerta, se esperó tranquilamente enfrente de esta esperando que abriera, no lo hizo. Llamó otra vez. Cansada de esperar la abrió con la llave que guardaba de su cuarto como co-capitana. Abrió lentamente y no se encontró a nadie.
La mesa que había frente a la puerta estaba decorada con un lote de papeleo. Así se sentó en la silla y se puso con el, esperando a que su capitán apareciera de un momento a otro.
Ya había acabado con todo después de un largo rato, las estrellas decoraban el oscuro cielo y la luna asomaba a traves del bosque.
Sus párpados se caian lentamente hasta quedarse en la silla dormida.Todo estaba oscuro a su alrededor, se sentía en el vacío pero en su espalda notaba un leve cosquilleo, unas caricias quizás. Conforme se iba concentrando en ellas, más reales las sentía. Subieron hasta su cuello y comenzo un masaje. Las caricias eran profundas pero sin llegar al dolor. Reconoció un olor.
- Levi... - Fue despertandose poco a poco y fue consciente de aun estaba enel despacho de su capitan y se había quedado dormida en su silla.
Ahora mismo, él se encontraba detrás de ella, dandole un pequeño masaje.
- No vuelvas a dormir así, podrías tener una contractura. - A Mikasa, su voz le parecío mucho más cercana, más suave y más dulce. No parecía él.
- ¿Donde estabas? - Preguntó la chica mientras se acomodaba para sentir más el suave tacto de él.
- En la ciudad. - Levi pudo sentir como Mikasa se tensaba. - Estaba en con la Polica Interior, recados de Erwin. - Este toco un punto erógeno de Mikasa, a lo cual sonó un pequeño gemido.
- Levi... Para. - Dijo a duras penas.
- Dejame explicarme Mikasa. - No hubo contestación. - Mikasa no te quería hacer daño.
- Pues lo hiciste. - Contestó cortante.
- No en ese sentido. No te quería hacer daño real. Si te hubiera dado con todo, no te podrías haber levantado de la cama.
- No te creas tanto.
- Mikasa, me desahogué con otra mujer porque me daba miedo hacerte daño, además de que te estoy dando una explicación cuando no somos ni eramos nada. ¿No te dice eso algo, Mikasa? - En realidad ni él sabía lo que aquello significaba.
- ¿Se supone que me tiene que decir algo? - Dijo cortante.
Mikasa hizo algo que no debió de hacer, alzó el cuello buscando la cara de su capitan y se topó de lleno con sus inquietantes e hipnotizantes ojos. Se fundió en ellos. Levi bajo sus manos desde los hombros de la chica hasta sus pechos, masajeandolos por encima de la ropa.
A esta le recorrió un escalofrio y algo despertó en ella.- Levi... - Gimió más que dijo. - Para... - Y en realidad no quería que parase.
No supo en que momento ella acabó sentada a horcajadas de Levi encima de la silla, este sin camiseta y ella con la camisa a medio desabotonar. Se besaban apasionadamente mezclando su salida, enredando sus lenguas.
Las manos de Levi se paseaban libres por la espalda de la chica mientras que los brazos de esta se aferraban al cuello del azabache que pronto subieron hasta que sus dedos se enredaron en su pelo.
Sus respiraciones se entrecortaban y al cadera de la chica se movía en pequeños circulos.- ¿No te gusta esto, Mikasa? - Preguntó Levi de sopetón. - ¿Quieres que pare? - La miró a los ojos. - Dilo.
- No pares. - Habló en un susurro y con un sonrojo.
Terminaron tirados en la cama totalmente desnudos, como muchas otras veces habían estado.
Levi le dio a Mikasa con todo lo que pudo, una y otra vez. Sin protección. Mikasa gemia, una y otra vez.
Las penetraciones de Levi se estaban volviendo irregulares aunque con la misma fuerza que al principio. Toda su espalda se cubría de arañazos de la chica y el cuello y torso de esta de chupetones. Llegaron al orgasmo.
"I know my soul's freezing
Hell's high for good reason
So please, take me"
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Mi Salvador | RivaMika [COMPLETA]
Fanfic- No te puedo dar más... - Dijo él - No necesito más... - Contestó ella. Levi y Mikasa son las personas más testarudas y cabezotas de toda la legión, y hacen todo lo que sea necesario para proteger a los que quieren y aman. Pero... ¿y si uno se en...