01 Sueños malos

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Monótono, desesperante y casi ensordecedor. Ese estúpido despertador no valía el precio.

Soltó el aire de golpe sintiéndolo chocar en parte de la almohada, dirigió la mano a ciegas a su mesita de noche y el irritante sonido frenó al presionar el pequeño botón, sabiendo de sobra que serían las nueve de la mañana y el clima exterior se sentiría fresco incluso con el sol saliendo.

Tiene medio rostro contra la almohada, abriendo despacio su único ojo libre de la prisión acolchonada, las cortinas cerradas le permite adaptarse a la luz tenue de la habitación en colores grises. Otro mal sueño lo atormentó a la madrugada agotando su paciencia, en ningún lugar podía esconderse, nadie podía salvarlo.

Apoyó el peso en sus codos para levantar el torso de la almohada y observó el cuarto sin gracia ni vida, no era que la necesitara de todas formas. La rutina sería la misma, su pasatiempo posiblemente el mismo que ayer, lo único diferente seguro sería su ropa y la comida en la cafetería.

Sin mucha motivación soltó un suspiro más resignado que molesto, tendría que darse prisa para asearse y estar listo. Ese día tocaba consulta con rutinaria del mes, ya una vez fue sancionado por faltar y negarse a ser visto por su médico de cabecera; no fue nada bien, casi le quitan su jueves de taller, y eso era de las pocas cosas que mantienen esa pequeña parte de quien fue, viva y latiendo. Así que perder eso una sola semana no estaba en sus planes a corto ni largo plazo.


















-Veo que el tratamiento funciona- un "Hum" fue su respuesta, más apagado a como pensó que sería su reacción -, el tono muscular incrementó en la última sesión y la rigidez ha bajado considerablemente. Eso son buenas noticias.

-Si.

Carraspeo buscando quitar esa incomodidad en el consultorio, acomodo el final del pantalón hasta que cubriera de nuevo sus tobillos y estiró la pierna sobre la camilla de nuevo -Ya hemos terminado.

Se relame los labios mientras alcanza la hoja de evaluación en su escritorio, escucha el ruido a su espalda generado por el movimiento en el colchón de espuma, seguido de metal golpeando el soporte de la mesa. Se gira encontrando la misma imagen de meses pasados sabiendo que no debe entrometerse por mucho que su instinto para ayudar lo esté taladrando por lo que se concentra en darle las indicaciones mientras las apunta en una hoja aparte con las indicaciones del tratamiento a seguir.

-Dices que el dolor ha disminuido- otro sonido ahogado respondió -¿Qué tanto?

Se encogió de hombros en su lugar dando la espalda a la salida -A veces. Olvidó la hora y para cuando recuerdo no hay dolor, o es muy bajo en el final de la espalda.

-Ya veo ¿Qué hay del resto?- preguntó haciendo contacto visual por segundos antes de seguir escribiendo.

-Lo mismo.- de nuevo esa voz sin vida, ese rostro sin color. No le gustaba tener que ser así pero necesitaba avances, mostrarle las pruebas que no quiere entender.

-Jungkook, necesitas decirme qué sientes.

-Y ya dije que es lo mismo. No hay dolor, sólo unas tontas cosquillas.

Sabía que ese tema le molestaba, pero evadirlo no era tan fácil como salir por esa puerta. -En ese caso reduciré la dosis, sí el dolor se mantiene en un nivel bajo entonces podemos aumentar las terapias. Le informaré a Hoseok de eso para que programe nuevos tiempos e irte adaptando, no intentes sobre esforzarte, no quiero lesiones.

-Siempre lo dice.- tomó la hoja de la receta y se giró para no extender más la conversación.

-Jungkook- claro que eso no iba a pasar -, está bien, no hay razón para desanimarse. Las resonancias no muestran daño, al contrario, tu sistema parece recuperarse bastante bien. Es cuestión de paciencia y-

Mikrokosmos / TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora