05 Cambios

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Hacer amistades no te hará daño.

Las palabras que escuchó en su primer día de clases, las que hoy en día siguen resonando a su alrededor.

Cuanta verdad tenían desde ese entonces.

Cada tres días recibía una visita de Taehyung, siempre le llevaba alguna golosina o bebida y se lo llevaba a pasar el rato en el jardín hablando de cosas triviales. Como los problemas y beneficios de ser hermanos mayores, cuando entraron a la pubertad y se sentían extraños. Sus maestros favoritos y los juegos que ingeniaron con sus viejas amistades en el parque.

Algunas anécdotas muy divertidas, otras un tanto deprimentes, aquella era una donde Jungkook se metió en problemas porque un chico de su viejo vecindario le parecía divertido y genial burlarse de sus hermanos por ser, a sus palabras: "basura de la calle". Incluso Taehyung sintió la sangre hervir de pensar que tratasen así a esos chicos, ya podía entender las actitudes de Yoongi para con él hace tantos años.

Mostraron sus pequeñas cicatrices de la infancia y actualidad, una que Jungkook tiene en la mejilla cuando se peleó con Baekhyun por un control. Otra de Taehyung en el tobillo un día de campo y se cayó en bicicleta por intentar bajar por una colina inclinada.

Debatieron sobre los cómics que han leído, los banales programas infantiles que ya no eran lo de antes, volviéndose aburridos y sin chiste. Tuvieron su primer pelea cuando el tema de quien se vería mejor con vestido se dio entre Batman y Iron Man. Ganó Batman.

-Juntó los dos dedos bajo sus lunares y ¿Sabes qué hizo?

-¿Mmh? ¿Qué hizo, Kookie?

-¡Dijo que era un elefante!- soltó una risotada -¡Un elefante, hyung! ¡Agh!- su risa de interrumpió por un quejido.

-Hey ¿Todo bien?- le siguió prestando atención y detuvo el movimiento, manteniendo la pierna en el aire sujetando su pie.

-Si, hyung. Sólo fue un tirón, igual a los de siempre.- se enderezó quedando sentado sobre la colchoneta, el mayor disminuyó la fuerza de los masajes a su pantorrilla para no agravar el daño de ser necesario.

Ni así se logró borrar la sonrisa de su rostro, sólo una mueca de sorpresa, estaba tan sumido en contar su día anterior que por un momento olvido que estaba en una sesión de terapia.

-Veo que estás más feliz que de costumbre.- habló su médico -Eso es genial, mejor que estar todo el día pensando cómo distraerte sin el cachetón.

Jungkook río por su comentario, lo vio hacer círculos pequeños y extensiones con su pie para ir finalizando el ejercicio.

-A él también le gusta el arte.

-¡Mira, que son tal para cual!

El pequeño estudio se llenó de risas y un agradable ambiente. El hombre siempre había querido animarlo durante las sesiones, fracasando unas, haciéndolo reír otras pero esos días eran los mejores. A sus ojos su paciente pelinegro parecía irradiar el brillo de su destino, ese que le juega a favor. Ya le hacía falta ese milagro.

-Podrían dibujarse mutuamente para divertirse.

Sería genial

Lo cierto era que Jungkook ya lo tenía pensado, más de una ocasión tomaba la decisión de plasmar a Kim en papel o lienzo, pero se arrepentía antes de empezar por las pequeñas incógnitas tormentosas. Se suponía que eran sólo amigos, sin sentimientos de por medio, y Taehyung tampoco lo trataba diferente. No habían besos ni palabras cariñosas, no habían más que tardes de charlas y juegos. Y eso estaba bien así; Jungkook estaba casi seguro de que con el tiempo Taehyung también se iría de su lado por no poder hacer las cosas que los amigos hacen normalmente. Empezaría a buscar diversión en otros lados y él quedaría en el olvido, otra vez.

Mikrokosmos / TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora