11 Más extremo

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Quizás nunca había transpirado tanto en su vida. Revisó la hora una vez más en la pantalla de su celular, Minhyuk no dejaba de decir todo lo que harían al llegar al lugar de forma casi exagerada, Jungkook quería poder prestarle la atención que merecía de no estar tan perturbado por salir de ahí.

Ya no hubieron mensajes del castaño, después del último en que decía que ya había ido a recoger a Hyungwon y que estaba en camino por ellos. A penas podía creer que le dieran permiso, tomando en cuenta que no conocían a Taehyung en persona, dejándose llevar por las simple oración de que era alguien especial para Jungkook, obviamente Minhyuk les había dicho eso, no queriendo entrar en detalle.

Y ahí están, en la pequeña sala del primer piso, el rubio a su lado con el cuyo en su pequeña jaula, y Jungkook masticando la uña del dedo pulgar al sentir que cada hora era cada vez más corta. No era que tuviera miedo de salir al mundo, nada afuera le aterraba, sólo encontrarse con cierta persona que por alguna razón del mundo lo había ido a encontrar en su nuevo hogar en esa clínica.

"-Sí Taehyung ya está aquí, ya no tienes por qué esconderte del exterior." eso le había dicho Baekhyun antes de irse, planeando conseguir que él se pensara la idea de la pijamada y dejara de sentirse tan asustadizo. Que el mundo no era diferente y que no existiría ningún temor una vez saliera y lo viera por sí mismo.

Tenía razón, él siempre tenía razón; con el castaño de sonrisa cuadrada ahí, Jungkook ya no tenía motivo para permanecer oculto en la torre como una princesa encerrada y custodiada por un dragón.

Pipu hizo otro de sus característicos chillidos captando su atención, ya no estaría encerrado ahí por siempre, pero ese sería el único dragón que lo acompañaría en su tiempo a solas. Uno con mucho pelo y bastante tierno.

Un timbre de mensaje le indicó que el castaño ya estaba en el estacionamiento a su espera.

-Tú puedes.- se dio ánimos en voz baja.

Taehyung bajó el auto para ayudar al pelinegro a subir una vez estuvieron en su campo de visión, saliendo por la puerta doble.

-¿Listo para esta aventura?- le preguntó al menor que respondió muy fuerte alzando los brazos sin asustar al animalito en la jaula -Entonces sube con Pipu.

El rubio abrió la puerta trasera y se encontró con un nuevo niño, menor a él, que le saludo con su manita feliz de hacer un nuevo amigo. Sehun no se pondría celoso, no tendría por qué.

Los mayores los dejaron presentarse entre ellos, luego de que Minhyuk estuviera junto a Hyungwon en el asiento trasero, con la jaula entre ellos y las mochilas de los hermanos a sus pies.

-Esto es una locura.- Jungkook abrió la puerta del copiloto bajo la atenta mirada del castaño.

-De acuerdo a ti, hago muchas locuras.

-Al menos no me estás cargando hasta tu casa.- se burló sin prestarle atención al mayor a su lado.

Taehyung se reservó sus palabras, con la idea de cargarlo de nuevo cruzando sus pensamientos y enviándola lejos porque no era lo correcto. Esperó paciente, soportando las tormentosas ganas de ayudar a Jungkook a subir al auto, se sorprendió de ver lo ágil que su cuerpo es al sujetarse del techo y la puerta, empujando su cadera con su peso hasta quedar sentado en el lugar del copiloto; usando sus manos para levantar cada pierna hasta ingresarla.

Taehyung dobló la silla y mientras Jungkook cerraba su propia puerta, él se dirigió a la parte trasera del auto, abriendo el maletero y guardando ahí la silla.

Al entrar de su lado disponible, introdujo la llave y una parte de él rezaba que al arrancar, Jungkook no sufriera alguna crisis con los autos. No fue así, el pelinegro se mantuvo impasible, descartando una de sus tantas teorías.

Mikrokosmos / TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora