20 Delirio

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-No hables.

-P-ero.

-Jungkook.- el otro evitó volver a abrir la boca.

Taehyung se le veía preocupado y un poco molesto ¿Con quién? Es algo que averiguaría luego. Entraron al hogar del primero, recibiendo un par de ladridos desde la cocina, seguido de unos cuantos truenos en el exterior.

Vio al mayor ir de un lado a otro lanzando sus cosas y luego llevándolo en su silla hasta su habitación; acercase a un control y presionar unos botones, de pronto se volvió más cálido. Sacó un cambio de ropa de su armario y se acercó a él después de dejarla en la cama.

-¿Cómo estaba el cielo cuando llegaste?- le comenzó a sacar la chaqueta empapada y demasiado pesada, lanzándola lejos escuchando un sonido de chapoteo contra el suelo.

-Un po-ocoh gris.

Se contuvo de hacer una mueca disconforme con la información, eso debió ser hace casi una hora; pensar en que dejó al menor esperando por atrasarse en sus tareas luego de hablar con el pelirosa le dio un mal sabor de boca, por su culpa está así. Temblando y con la ropa mojada, ni siquiera le tomó importancia a que se avergonzara, ayudando a quitarla para dejarlo en ropa interior.

-¿Q-ué ha-

-Tomarás una ducha rápida, estás muy frío y debemos arreglar eso.- sin esperar una negación, volvió a llevar la silla al cuarto de baño en su habitación, la que no quiso usar la última vez porque no quería que los menores fuesen a accidentarse con sus cosas de aseo. Al entrar, lo dejó a un lado del retrete y abrió la llave de agua caliente para regular la temperatura.

-Ti-tienes una tin-ah.- el castaño lo miro por segundos.

-Me gusta relajarme, no suelo usarla mucho.

Metió la mano en el agua que cae, dejando la tina destapada para que no se acumule agua en ella, después de todo sería para quitarle el frío.

Una vez sintió la temperatura adecuada, giró a verlo y no pidió su opinión para sujetarlo en brazos, pasando uno por detrás de su espalda y el otro brazo por bajo sus piernas; lo bueno de que le castañean los dientes es que no podía negarse a eso.

Lo dejó dentro de la tina con sumo cuidado, mojando su camiseta y parte de su pantalón.

Todo fue rápido, queriendo volver a Jungkook a su estado habitual, que salía del cuarto de baño para ir a regular la temperatura en la calefacción y recoger la ropa en el suelo para llevarla a la práctica lavadora junto a la cocina.

Al volver de ello, la tez del menor se notaba con algo más de color, aún tiembla pero le vale lo suficiente para sacarlo de ahí y apresurarse a secarle y vestirlo.

Lo envuelve en una toalla, sacando por debajo la ropa interior y luego cargarlo como sí no pesará nada, hasta la cama para sentarlo recargando la espalda en una montaña de almohadas y cojines improvisada.

¿Por qué demonios hizo eso? Pudo esperar a un mejor ambiente o él mismo volver a la clínica; nunca volvería a subestimar a Jungkook a la hora de tomar ciertas decisiones apresuradas. Recoge otra toalla del baño para ayudarlo a secar y frotar creando calor sobre su piel que amenaza con volver a la temperatura inicial; no le sorprende, cuando llevó la ropa en sus manos parecía haber sido cargada de hielo, incluso la chaqueta parecía no estar en ese estado al principio, sino que fue absorbiendo con el pasar de los minutos en que esperó a su llegada.

Le ayudó en los pies y piernas, no llegando más arriba para evitarles una situación incómoda en el futuro, y porque él no sería ningún aprovechado de querer ir más allá aún sabiendo que siendo hombres no existe cosa distinta en su anatomía. Jungkook también hace esfuerzos de secarse el resto del cuerpo tomando más calor. Con ayuda del mayor, le coloca la nueva muda de ropa y retira las toallas.

Mikrokosmos / TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora