Mikrokosmos / TaeKook

10 Hyung

Ser el mayor de tres, próximamente cuatro, hermanos tenía sus ventajas y desventajas en la vida. De eso la experiencia de Baekhyun, anteriormente miembro de la familia Byun. Al menos sólo eso saben a la hora de sellar los certificados de adopción.

Que su madre sí lo quería, pero era demasiado pobre para tenerlo; que su familia sí lo amaba, pero las circunstancias no se lo permitieron. Una excusa tradicional.

Que decidió no prestar atención, durante sus primeros años fue soledad, y cuando los Jeon lo acogieron en su hogar se sentía extraño llevar otro nombre que no fuera el Byun por costumbre, tanto así que cuando inició clases olvidaba escribir Jeon en sus tareas y exámenes. Muy complicado.

Luego cambió cuando tuvo el valor de ir a buscar a su familia, encontrando que no tenían hijos y eran de clase media baja; no se decepcionó, no dijo nada, no sintió algo por lo que debiera preocuparse realmente puesto que no convivió lo suficiente con ellos. Simplemente siguió su vida, siendo Byun y Jeon en uno sólo, dejado por una pareja y amado por una mejor.

Pero ese no es un tema que le perturbe a día de hoy, él era Baekhyun. Listo, sin errores, ni nada.

Byun-Jeon Baekhyun, el hermano mayor de Jungkook y Minhyuk.

Creyó ser tan feliz cuando recibió un hogar, cuando le enseñaron su habitación, sus juguetes, su ropa nueva, cuando al sentarse en la mesa tenía dos padres que celebraron sus logros y se emocionaban por su primer diente al caer. Sus amigos en la escuela, sus noches en vela por ver películas con los dos adultos que tiernamente lo arrullaban. Baekhyun era un niño amado, que amaba y se sentía muy feliz de hacerlo y sentirlo en su corazón; en ese entonces poco le importaba encontrar un destinado, él sería feliz siempre y cuando su lugar, su silla en la mesa, en la familia permaneciera igual. No podía entender por qué la pancita de su mamá crecía muy rápido.

Miedo era su mejor amigo cuando tocó la pansa abultada y sintió un golpe desde dentro. Sus amigos le decían que era su fin, que sus papás ya no lo iban a querer y que lo regresarían al orfanato. Baekhyun tenía tanto pavor de que esa cosa saliera un día y se volviera una sombra en la esquina de su habitación, cuando una cuna fue puesta en la habitación frente a la suya.

Los hospitales eran muy blancos, muy limpios, mucho alcohol, mucho ruido a veces. La primera vez que escuchó su llanto, no supo cómo reaccionar, y tampoco lo qué sucedió dentro de él. Pero ver a esa cosita con cabello delgado y negro, envuelto en una cobija beige. La primera vez que Jungkook lo vio con esos ojos oscuros tan grandes y sujeto el dedo de Baek con su pequeña manita, Baekhyun sabía que tenía un nuevo lugar en la familia.

Las veces que Jungkook lloraba y Baekhyun entraba para dormirlo entonando una canción de cuna. Cuando le pidió a sus padres que pasaran la cuna a su habitación y Jungkook dejó de despertar en las noches.

Baekhyun entendió que ser llamado "Hyung" por una voz tan chillona, energética, en un cuerpo más bajo al suyo, mientras daba sus primeros pasos en su dirección sólo para poder abrazarlo, era lo mejor que podría haberle pasado luego de tener un nuevo hogar. Sentir su corazón romperse cuando Jungkook se partía en llanto porque él tenía que ir a la guardería y Baek con los niños grandes; al final del día terminarían cada uno en su cama en el mismo cuarto, agotados por jugar tanto con el perro de los vecinos.

Su mayor responsabilidad, su deber en la vida era ser el mejor hermano mayor de todos, y se duplicó cuando los Jeon decidieron agregar a un nuevo miembro a la familia. Fue como un código, en el instante que ese bebé de dos les sonrió siendo un par de adolescentes en su inicio de pubertad. Entonces Baekhyun ya no fue el único hyung, pero también siguió conservando el nombre ahora dicho al doble.