Capítulo 4

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Abro mis ojos y veo el mismo techo que veo todas las mañanas. Pero algo es diferente. me siento raro. me siento diferente.

Mi cabeza da vueltas. Alejo la sábana de encima de mi cuerpo y la dejo a un lado y bajo de la cama. Ya de pie abro vuelvo a brir mis ojos y al ver aquello frente al espejo se abren como platos.

—¡¿Qué demonios?!—dije frente al espejo—Tengo cenos.

Narra Lily

Abro mis ojos y me encuentro mirando al techo. Es raro. Me siento muy extraña.

Levanto un poco la cabeza y veo algo grande y largo en mi entrepierna debajo de la sábana.

Quito la sábana rápidamente y salgo de la cama lanzando un grito.

—¡¿Qué es eso?!—dije mirando a la cama. Sentí algo colgar de mi entrepierna y miro al frente. A mi espejo—¡Ahh! ¡Tengo un pene! Y está duro.

Narra Brad.

—Uii—dije mirando mis cenos y tocando los pezones asiendo pequeños círculos. Miro a las bragas que llevo puestas y las abro un poco—. Tengo vagina—dije al mirar al espejo nervioso—. Esto no es cierto. No, no. Mi amiguito.

Escucho mi voz gritar y voy a la ventana de esta estúpida habitación rosa.

Abro la ventana y me veo justo al abrir la ventana de mi casa.

—¿Qué me hiciste?—gritamos al mismo tiempo.

—Estoy en tu cuerpo—le grité.

—Y yo en el tuyo.

—¿Qué hiciste?

—¿Qué hiciste tú?—me dice. Me mira los cenos—. Aléjate de la ventana. Me verán.

Me alejo de la ventana gruñendo.

Abro sus cajones buscando algo que ponerle a su cuerpo.

—Esto no puede ser—dije abriendo cajones—. Mi pobre pito. Ya no lo tengo.

Abro un cajón a la derecha y saco una blusa de color azul claro y de otro cajón tomo un pantalón jean negro y me visto.

—¿Por qué a mi? Esto es un desastre.

Busco algo para los pies en el closet y me pongo unos zapatos con tacón un poco altos.

Doy un paso y me tambaleo.

—¿Cómo las chicas caminan con esta cosa?

Veo a una rata salir de debajo de la cama ladrando.

—¡Una rata!—grité y subí a la cama.

La rata llamada perro no deja de ladrar. Me muevo un poco hacia atrás y los estúpidos tacones me hacen caer al suelo.

—Ahh.

La estúpida rata se acerca.

—¡Lily!—grita alguien desde abajo—¿Estás bien?—es una mujer.

La rata está cerca de mi y corro casi cayendo por los estúpidos tacones.

Cierro la puerta detrás de mi y escucho las patas de la rata tocar la puerta y caigo otra vez.

—¡Mierda!

Me pongo de pie y me encuentro en un pasillo de color verde oscuro que se ve muy bien. No se parece a mi casa.

Hay una repisa con un espejo delante y cosas de cristal encima de ella. Hay una larga alfombra que empieza desde el comienzo del pasillo hasta el final.

Empiezo a caminar y me tambaleo.

—No puedo ir así. Ésta mierda no me deja caminar.

Suspiré y volví al cuarto abriendo la puerta despacio. Sin rata peluda a la vista, cierro la puerta un poco y me acerco al closet. Busco y busco con la mirada y veo unos Vans grises y los tomo en mis manos.

I'm In Your Body ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora