I'm In Your Body ✔

Epílogo

Tres años después.

El templo aún seguía solitario. El vigilante fue encerrado por accidente en una de las cuevas y los anillos prohibidos aún seguían en su lugar. En aquella tarima fina hecha de rocas, los anillos aún están guardados en su pequeña caja de cristal con una almohadilla roja. El guardia gritaba para que lo ayudarán a salir, pero había alguien más en el templo.

Una persona se paseaba por las catacumbas del templo. Pasó por la misma cueva que estaba el vigilante. Alguien lo había encerrado mientras buscaba algo.

—¿Quién eres tú?—preguntó el vigilante con su bata marrón claro, al ver a una persona con una gran bata negra que rodaba por los suelos del templo. No podían ver el rostro de aquel ser, porque llevaba puesta la capucha de la bata.

Esa persona siguió caminando dejando al guardia detrás de las rejas de la cueva.

—¿Qué crees que estás haciendo? No debes estar aquí. ¡Nadie puede venir aquí!—gritó el vigilante supremo.

Aquella persona siguió su camino hasta llegar a la catacumba donde se guardaban los objetos más poderosos de la tierra, como pulseras, aretes, batas de poder, alfombras mágicas, entre otras cosas. Y lo más importante ahora, lo anillos prohibidos.

El vigilante usó sus poderes para romper las rejas y poder escapar. Corrió como pudo al área de los anillos prohibidos mientras su bata volaba con el viento al correr.

Aquella persona se acercó. Miró los anillos con ojos brillantes y abrió la caja de cristal.

—¡No!—gritó el guardia al ver a aquella persona frente a los anillos.

Tomó los anillos y lanzó la caja al suelo produciendo un fuerte eco en las paredes del templo. Los anillos volvieron a brillar.

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Espero que les halla gustado mi nuevo proyecto llamado; Estoy en tu cuerpo.

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