Danza de sentimientos 5

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Ahora que Rick estudiaba para sheriff trabajar de guardia era más difícil porque le daban ganas de quedarse dormido pero si quería alimentar a su familia necesitaba sufrir porque aunque recibía un incentivo no era suficiente para costear una familia. Algunos días Daryl se ofrecía para ir en su lugar ya que él no necesitaba ser conserje.

Aunque suponía que era una manera de ver a Beth ensayar, Rick era su amigo y sabía que tenía un aprecio profundo por ella pero prefirió no preguntar nada para que no se sintiera atacado. Rick tampoco podía negar que tenía un apreció por ella pero se había dejado claro que solo era una cuestión platónica porque ambos estaban superando su duelo.

Él se sorprendió de tener tantas cosas en común con una joven de apenas diecisiete, era como un alma vieja atrapada en un cuerpo pequeño y rubio. Por supuesto era ingenua pero incluso con eso, en lo básico parecía tener una sabiduría oculta.

Rick bebió de su café, necesitaba pensar en algo más, se rascó la barba mientras entraba en el lugar. Hoy iba un poco más tarde porque la dueña había dicho que podía tomar un poco más de tiempo para llegar porque iba a estar en el edificio.

Abrió la puerta para el auditorio y en el gran piso de madera se encontró a Beth durmiendo plácidamente, corrió a ella e intentó despertarla. Ella le miró algo confundida por lo que Rick se dio cuenta que tenía fiebre —Beth necesito llamar a tu padre—.

Le ayudó a sentarse en una de las butacas y marcó a Hershel que estaba como loco tratando de localizarla, Rick le explicó que tenía que ir por ella porque parecía estar resfriada o algo y colgó el celular.

Le entregó una botella de agua y unas aspirinas a la joven, a veces cuando Carl tenía un poco de resfriado ayudaba a hacerlo sentir mejor en lo que lo llevaban al doctor. Beth hizo lo que le dijo y se acurrucó en el hombre. Rick se quedó acariciando sus cabellos un rato con la esperanza de que su padre llegara pronto porque no era buena idea dejarla con fiebre ahí.

Unos veinte minutos después Beth abrió los ojos, tenía la frente más fresca y parecía sentirse mejor —Gracias por cuidarme Rick—.

—Deberías tener más cuidado de ti, no debiste venir a practicar si te sentías mal— le reprendió el hombre.

—No ensaye, me quedé para verte porque hace mucho que no platicamos y lo extraño— contestó ella algo apenada.

Con todo lo que tenía que hacer no había tenido la oportunidad y Rick de alguna forma lo extrañaba también—Pero no debiste si te sentías mal—.

—Estaba bien, no sé qué pasó. Me dio sueño y cuando me despertaste ya estaba rara— respondió ella con inocencia.

— ¿Y? estoy seguro que querías decirme algo importante y por eso te quedaste— los dedos de Rick no dejaban de aferrarse al hermoso rubio de Beth.

Ella le dio una sonrisa pequeña —He decidido que quiero un novio—. Sus palabras le hicieron ponerse escarlata más que la propia temperatura.

—En eso no creo que pueda decir algo al respecto pues es tu vida, y en cuanto a mí, yo no estoy listo para estar con alguien. Tengo dos hijos y el recuerdo de Lori aún presente— dijo él con tranquilidad pero cierta tristeza.

Beth le abrazó y recargó su cabeza en su pecho —Me gustaría enamorarme de alguien así como tú lo hiciste de tu esposa.... Pero no me refería a que teníamos que pactar algo sobre eso—.

Rick levantó la ceja intrigado — ¿De verdad? Entonces que es—.

—Quiero saber que se siente un beso de verdad y me gustaría que fueras tú quien me diera el primero— dijo ella con firmeza.

Rick trató de decir algo coherente pero no pudo, se tragó todos los sentimientos que tenía en ese momento y para su sorpresa vio como ella parecía asustada por su reacción —No tiene que significar nada—. Se apresuró a aclarar ella.

El hombre negó con la cabeza —Entonces no hay razón de ese beso, un beso real siempre tiene que significar algo Beth: no lo olvides—.

Y en ese momento Beth sonrió — ¿Eso es un sí? —.

Los dedos de Rick trazaron el rostro de Beth, era extraño porque estaba incurriendo en la ley e iba a ser policía pero se acercó a la joven. Sus labios tocaron los de ella con mucho cuidado, ambos con cosquillas en sus pechos y los movimientos suaves, el calor que se distribuía despacio junto a las caricias que siguieron hicieron de ese momento una experiencia placentera. Ninguno podía pensar en nada, solo disfrutar de la presencia del otro.

—Creo que significa que por lo menos debes apreciar a la persona que tienes a tu lado— respondió Rick cuando ambos se separaron.

Beth se llevó las manos al pecho muy conmovida por todo lo que había sentido, pues era la primera vez que sentía tales emociones —Es una sensación extraordinaria. Gracias Rick—.

—La próxima vez que le pidas a alguien que te bese debes amarlo— le amenazó en broma Rick.

—Yo te amo— contestó ella muy seria —No sé qué clase de amor estás pensando pero yo siempre voy a animarte. Sé que nunca íbamos a estar juntos como Lori y tú pero no significa que no te amo—.

—Yo también en todo caso— respondió él un tanto avergonzado —Lo que quiero decir es que me gustaría que besaras a alguien con quien quisieras formar una familia—.

Beth asintió —Gracias Rick, yo siempre te he admirado y por eso quería... tener un poco de ti —.

El teléfono de Beth sonó y rompió el ambiente por el sonido además de ser el padre de Beth, Rick la acompañó hasta la camioneta y Hershel le saludó, luego se disculpó con Beth por no llegar antes porque la camioneta no funcionaba.

—Está bien, Rick estaba conmigo— respondió ella muy contenta.

Rick los despidió con la mano pero de pronto gritó —La próxima vez quiero verte bailar, hace mucho que no lo hago—.

Dedicado a Moseicykawai por todos sus buenos votos.

TWD y Bethyl relatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora