— ¡Me encanta! — Beth gritó desde el baño y apareció con un hermoso vestido rosa.
Gareth aplaudió desde la cama, se acercó a la joven mientras ella se balanceaba de un lado a otro para probar el vestuario que usarían en la próxima obra. Beth le dio una pequeña sonrisa al descubrir que estaba a su espalda y este la sorprendió con un beso.
A veces, era extraño para ambos verse de modo diferente, como una pareja sin sonrojarse pero eso es lo que a ambos les permitía estar juntos en tierras lejanas sin sentir un gran vacío por no poder crear raíces en un lugar específico, por despedirse de viejos y nuevos amigos y porque amaban la música o la danza en el caso de cada uno pero a la que no podían explotar al máximo por sentir un poco de añoranza de su casa.
Los dos se tomaron de las manos y fueron al ensayo como era su costumbre, el resto pensaba en ellos como un dúo, uno que le daba un esplendor a la compañía y por la que todos amaban ir a ver el ballet pues ellos ponían su corazón en cada una de sus funciones.
Y Beth aprendió a sentir un amor distinto junto a ese hombre, no tan adorable como el de Jimmy pero si más leal, ni tan intenso como Zack pero más profundo. Gareth fue un sueño, todo lo que ella había buscado en un chico.
Ambos reían o peleaban por las mismas cosas, a veces pasaban tardes enteras conversando y muchas otras cosas que Beth jamás imaginó. Por eso fue que su deseo de regresar a su casa para formar una familia se hizo más fuerte así que consideró que su tiempo en la danza había terminado, poco le importó que le suplicaran que no abandonara la compañía o que le aconsejaran aprovechar el mayor tiempo en el escenario porque entonces no podría volver.
Beth al final se despidió de la danza no triste sino feliz porque ya había hecho lo que quería sobre el baile, vio sus trajes en el vestidor, las luces del escenario. A sus amigos y al final, dio un último baile con todo su corazón, sus pies se deslizaron mientras sus manos simulaban un abanico, dio algunos giros mientras una amplia sonrisa invadía su cara porque era tan dichosa de poder hacer lo que quisiera.
—Te van a extrañar. Todos tus amigos y la gente que amaba verte bailar— le dijo Gareth mientras la observaba en el escenario.
Ella se encogió de hombros —No hay nada que se pueda hacer—.
—Yo también te voy a extrañar— volvió a decir Gareth con alegría pero al mismo tiempo cierta tristeza.
Por una vez Beth dejó de sonreír —Podrías venir conmigo—.
—Podría pero yo no quiero una familia aún— contestó él con cierta melancolía.
Ambos se miraron un rato en silencio, al final sonrieron el uno al otro hasta que se dieron un abrazo y juntos recordaron la primera vez que se conocieron. La torpeza de Beth, los bailes y los momentos compartidos, la rubia se aferró a Gareth porque ambos se querían pero buscaban cosas distintas así que era momento de tomar caminos distintos.
Beth dio unos pasos fuera del auditorio mientras Gareth que componía en el interior tomaba un café hecho por la propia Beth. Y cuando por fin Beth regresó a Georgia al salir del aeropuerto lo primero que vio fue a su familia, lo segundo al llegar a casa fue a Rick con su familia y lo tercero fue tropezar con el policía Daryl.
Del modo más extraño que se pudo imaginar pero también de manera más familiar: bailando.
Aja, he vuelto y termine esta historia. Así que por ¡fin! verán su final. Dedicado a Thamsxoxo, VeronicaAparicio8 y AnnB9619. Gracias por sus comentarios y votos.
Pero tengo historias muy personales, así que los invito al perfil.
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TWD y Bethyl relatos
Fiksi PenggemarNo me gustaría decir algo que el titulo dice por si mismo, así que diré que algunos son autoconclusivos pero otros son historias realmente cortas. De todo tipo, de todo genero porque solo quiero que disfrutes de ellos. Y le den una oportunidad