Danza de sentimientos 6

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Beth consiguió un novio muy dulce, llamado Jimmy y las cosas parecían ir muy bien en su vida, ella seguía disfrutando del baile como si fuera lo más importante hasta que, Maggie había insistido que quería verla en la presentación de invierno de la escuela. Su padre trató de aplacar el ardiente deseo de la hermana mayor alegando que no pagaba la escuela de ballet para tener una bailarina sino como un pasatiempo para su hija pero no complació a Maggie.

En esos días Beth tenía mucha presión por eso, no quería bailar para otras personas pero Maggie era su hermana y la amaba mucho porque siempre la había apoyado así que tal vez debía tratar de buscar un lugar en el recital de su profesora pero la idea de ser juzgada la ponía muy ansiosa.

Fue cuando Gareth salió al rescate de la joven porque había creado un monologo-danza pero necesitaba una bailarina para presentarlo. Gareth entonces convenció a Beth de que bailara bajo su dirección y la joven así no tenía que pensar demasiado en eso, ambos se pusieron a la tarea: varias horas de trabajo para ser solo tres minutos en el escenario pero para Beth era una experiencia maravillosa.

Y conocer el lado creativo del otro, no solo los acercó más sino que también les dio una confianza distinta. Fue como la caída de una tela transparente y Beth quiso bailar para su familia, en lugar de sentir ansiedad tenía emoción. No lo podía evitar, esperó en la ventana con una enorme sonrisa mientras se arreglaba para la presentación.

Cuando su turno llegó alisó el tutú que simulaba ser una rosa, la música comenzó y dio unos pasos pequeños algo intimidado por tantas miradas al escenario pero entonces se imaginó que estaba sola o casi, era solo un auditorio con tres hombres mirando con atención cada uno de sus pasos.

Así que ella decidió contarles la historia que Gareth escribió para ella, sin saber que estaba inspirada en si misma: la rosa que florecía en invierno, solo en el invierno y era un brote pequeño dentro de la tierra. Cada uno de los pasos con una exactitud pero llenos de vivacidad, Maggie y Hershel no dejaron de aplaudir cuando su presentación terminó igual que casi todo el auditorio.

Pero Beth solo vio a Gareth detrás de la bambalina con una rosa en la mano para ella, Beth agradeció con su reverencia y corrió a los brazos del hombre ambos felices por su éxito, luego cada uno fue a su destino: Beth para ser alabada por su familia y junto a Rick con sus hijos ir a comer algo mientras Gareth era valorado por unos compositores.

Y cuando todo terminó, la emoción junto a la novedad de ver a Beth en su esplendor cada uno fue a su casa. Hershel le entregó una tarjeta de un promotor a su hija pequeña con mucho orgullo porque al parecer tenía aptitudes para estudiar ballet en New York, a pesar de que Beth se sentía muy alagada no quería hacer de esta una carrera.

No por lo menos hasta que habló con Daryl, ella escapó de su casa y llamó al hombre para que se encontraran en el camino. En cuestión de minutos estaba muy cerca de la granja viendo a Beth caminar entre el sendero con una enorme sonrisa.

—Me invitaron a estudiar ballet a New York— gritó ella al ver que apagaba su moto.

—Beth, esto es muy peligroso. Caminar en medio de la noche, en medio de la nada— le reprendió de inmediato pero la rubia le ignoró.

— ¿Escuchaste lo que dije? — preguntó aún con una sonrisa.

—Sí— suspiró Daryl.

— ¿Qué debo hacer? Me gusta bailar pero no quiero que sea por obligación y no quiero...—.

— ¿Vivir? — respondió Daryl, le daba mucha tristeza que ella se fuera tan lejos pero eso necesitaba y no había nada que pudiera hacer para evitarlo.

— ¿Qué pasa si lo hago mal? O ¿Qué pasa con todas las personas que quiero aquí? — susurró ella tratando de no sonar muy avergonzada.

—Aquí seguirán para ti— contestó Daryl.

Y fue como Beth al terminar el año escolar se fue a New York, su fiesta de despedida estuvo llena de pastel y buenos deseos, tomó el autobús con los ojos llorosos pero con la fuerte convicción de que volvería, después de todo le había entregado sus primeras zapatillas de ballet a Daryl para asegurarse de que volvería por ellas, aunque cuando volviera lo haría con mayor sabiduría sin importar lo que pasara afuera.

Después de mil años. Pasada la locura de las fiestas vuelvo a este microfanfic. Jaja si hay un lector por ahí te digo que lo siento. Yo mismo odio a los escritores que dejan las cosas y no avisan nada XD pero no te desquites con los personajes. Vuelve a leer y entérate de que pasa con ellos.

TWD y Bethyl relatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora