El destino no existe y las casualidades tampoco

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Los días transcurrieron sin muchas sorpresas y con ellos el odio hacia el profesor Levi Ackermann crecía al igual que los regaños de parte de él. Su relación parecía ir de mal en peor y parecía que él ya la tenía en la mira.

Con respecto a sus compañeros ellos ya no la molestaban con el tema pero tampoco era como si ellos se le acercaran, cosa que le causó algo de problemas cuando los profesores pedían trabajos en equipo. Pero todos sus problemas dejaban de tomar importancia cuando recurría a su refugio.

Todos sus amigos, tanto Armin y Eren hasta Petra, Erd, Gunth y Auruo notaban algo raro en ella. Petra, que era la más atenta le preguntó qué pasaba.

-No es nada, en verdad.

-Desde que entraste a clases te he notado más fría ¿No te estarán molestando, verdad Mika?

Molestando... Claro, pues verás, mi profesor es el que me está jodiendo ¿Vale? Pero no es como que pueda simplemente ir a la oficina del director y decirle "Querido director, el enano de mi maestro me molesta y pido que le de una reprimida, gracias".

-Es sólo... Ah, nada importante.- Mikasa tomó su frente con una de sus manos, le dolía bastante la cabeza y deseaba estar sola.

-Bueno, Mika, no voy a insistir pero para cuando desees contarme qué sucede, aquí estaré

-Gracias Petra.- Mikasa le hizo ver una sonrisa algo forzada y notó que frente a ella su amiga le había dejado un té. Su favorito: Lavanda y manzanilla.

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Por fin, el fin de semana había llegado y con él un día soleado se alzaba por a través de su ventana.

Es cierto que hay días en los que uno despierta bastante alegre sin causa alguna y ese día no era la excepción. Mikasa despertó con muchas ganas de salir y tomar aire fresco, de dar un paseo y disfrutar de ese cálido descanso que tanto se merecía después de una larga y pesada semana.

Después de haberse cepillado los dientes y lavado su cara eligió un vestido corto de color beige con adornos floreados y se acercó al espejo. Una buena elección para un día como aquel. Incluso decidió cambiar su peinado y se hizo un chongo con el escaso cabello corto que tenía pero que quedó complementado con una dona gruesa para el pelo. Sólo dejó caer unos pedazos de cabello a su costado y quedó lista. Lucía muy diferente y eso le agradó.

Mikasa bajó y tanto Armin y Eren quedaron sorprendidos por el cambio.

-Buenos días.- Les sonrió

-Bue...Buenos días Mika.

-¿Y ese cambio de look Mikasa?- Le inquirió Eren.

-¿Te gusta? Pues... Nada en especial, sólo que... Amanecí con ganas de cambiar un poco por hoy.

-Te ves muy bien Mika.- Le dijo Armin, sonriendo.

-Arigato.- Mika se ruborizo, algo que le incomodó un poco a Eren que sentía un poco de calor en sus mejillas así que rápidamente se volteó.

-Eto... Así mucho calor hoy ¿No crees, Armin? - Mencionó tapando su cara con un libro.

-¿Eh? Ah, sí, un poco, Eren... Oye ¿Por qué estás rojo?

-¿Qué? ¿Rojo? Ah, es que no me siento bien amanecí con dolor de garganta.

-Eren ¿Estás bien? -Una Mikasa preocupada se acercó tratando de tocar la frente del chico pero él rápidamente evadió su mano y se hundió aún más en su libro.

-¡Déjame en paz! ¡Ya te he dicho mil veces que no eres mi mamá!

-Oi, Eren, no debes ser tan severo con Mika, sólo trata de ayudar.

Café Paysans (Rivamika fanfic)Where stories live. Discover now