Encuentros... No tan esperados

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Mikasa quedó en shock.

¿Por qué? ¿Por qué precisamente él en ese lugar y en esa bella mañana de otoño? ¿Por qué?

Su mirada empezó a tornarse fría y molesta y cuando Levi notó eso, el bajó la suya e hizo una sonrisa algo pícara y perversa. Le hacía gracia que minutos antes la chica estuviera observando la vida color rosa tan feliz como en las películas de amor para que de repente ella hubiera sido transportada a una granja llena de estiércol y olido el gas del trasero de un marrano.

¿Qué tanto te da gracia, enano?

-Aquí tienes Mika, un té de caramelo y un pastel kioto.

-Petra ¿Sabes? No me siento muy bien, en verdad lo lamento pero tengo que irme.

-No se irá, de hecho, tráele lo que pidió a mi mesa, Petra. -Un Levi autoritario se mezcló a la conversación de las chicas. -Lo más seguro es que le esté dando mucho el sol que le esté entrando un golpe de calor. Aquí no hay mucho. También traele un vaso con agua, por favor.

Petra tardó un poco en reaccionar pero después asintió e hizo lo que le pidió.

-Petra, no hace falta.- La detuvo Mikasa.

-Vamos, que no te apene o ¿Acaso vas a rechazar la cordialidad del dueño de esta cafetería?

No... No podía ser verdad... Su refugio, su más amado refugio, aquel que la hacía sentir segura y tranquila, relajada y feliz era invadido por aquel ser oscuro... Tiene que ser un chiste.

Mikasa se dirigió hacia donde estaba su enemigo y también su odiado profesor de historia.

Ella se sentó sin dirigirle una mirada.

-Aquí tienes, Mi.

-Gracias, Petra.

Antes de irse, su amiga la miró por unos instantes y algo cabizbaja se dio la vuelta para retirarse.

Levi sonreía (cosa muy extraña en él) de una forma algo torpe y sádica.

-Con que... El destino te ha puesto aquí ¿Eh?

-Con que, muy grande como para creer en esas cosas ¿No?

-No me malinterpretes mocosa pero creo que las casualidades no se dan. Ahora dime ¿Cómo carajos sabes de este lugar?

-Eso no le incumbe.

-Oi, deje de ser tan maleducada señorita Ackermann pero claro que me incumbe. Soy dueño de este lugar y me sorprende ver a alguien que no sea la típica y torpe cara de siempre.

-Su madre no trataba así a sus clientes. De hecho, me sorprende que alguien tan amable como ella haya criado a un hijo como usted.

Mikasa había dado en el clavo. Levi rompió la taza de té con sólo apretarla y su mirada se tornó más fría que otras veces.

Sabe Ymir qué hubiera pasado de no ser por Petra que rápidamente llegó a limpiar el desastre.

Levi no le quitaba los ojos de encima a Mikasa. Ella también, no bajó la mirada ni un sólo instante después de lo que le dijo y luego, Levi le dijo, sin calmarse:

-¿Tú qué sabes de mi madre? Puedo permitirte muchas cosas pero jamás que hables de ella ¿Entendido?

-Yo siempre he tenido un respeto muy grande por ella, desde los días en los que respiraba hasta ahora. Puedo llegar a decir que fue como otra madre para mí pero, al verlo a usted no puedo dejar de preguntarme ¿Cómo es que usted puede tener un carácter tan contrario al de ella?

Café Paysans (Rivamika fanfic)Where stories live. Discover now