15

1K 122 0
                                    

Sus mejillas rojas delataban el estado en el que se encontraba, no era algo vergonzoso solo era un poco incomodo estar allí. Sus ojos pasaron en los dedos que delineaban finamente la tela, tocando las orillas para que estas se quedaran, agarró un pincho para prenderlas en ese lugar, alzó un poco la mirada pasando sus manos en la tela reafirmando que estuvieran en el lugar correcto y de paso inconscientemente estaba explorando la extensión de un cuerpo varonil frente a él. Puso sus manos en ambos hombros para verificar la igualdad y allí se atrevió a levantar la mirada topándose con un rostro contrario mirarle con una leve sonrisa, de inmediato apartó sus manos y se volteó para tratar de buscar una aguja con hilo en la mesa.

-Traje las bebidas -la ama de llaves entró con un poco de fruta en la bandeja y tres debidas para asentarlas en la mesa trasera para las personas que se encontraban allí -¿Quiere que le traiga algo Joven?

-No, gracias Yuri las bebidas están bien -le regaló una breve sonrisa antes de volverla en la chica que estaba perfectamente concentrada en su trabajo.

La mujer dejó todo en la mesa para observar el gran trabajo de la castaña -Cada día me impresionó de la habilidad de la señorita, de verdad que debería tener su propia marca.

Le sonrió a la ama de llaves y con la aguja en mano se acercó al hombre que no dejaba de admirar cada una de sus acciones. Pasó la aguja en los lados con el fin de sostener antes que se quitara ese traje que el pelinegro le encargó al haber espiado su libro de dibujos animándole a hacer uno para él.

-Tienes un talento Tae -habló cerca de su oído y observó sus mejillas rojas que la hizo ver adorable.

-Es todo, falta pasarle la maquina y verificar que haya quedado bien -quitó las manos de la tela para dejar sus cosas en su mesa de trabajo.

-¿Puedo quitarme esto? -la castaña le asintió yendo hacia él como en esa semana para desabrocharle la tela y no destrozar todo su trabajo. Los delgados dedos pasaron en su pecho, brazo y piernas sintiendo cosquillas por ese tacto. Al quedar listo, esperó que Taehyung y la ama de llaves se voltearan para quitarse la tela y colocar su camisa -Pueden voltear -sonrió agarrando la bebida en manos y hablar -Tengo que ir a mi despacho, hay trabajo pendiente. Nos vemos en la cena -caminó a la puerta llevándose la bebida en manos.

-Todos los días viene... -fue a su mesa agarrando la tela semi confeccionada para quitarle los pinchos y empezar a pasarla por la maquina de costura. Soltó un suspiro que fue visto por la mujer madura.

-El joven Jungkook es alguien apuesto ¿Verdad? -le sonrió a la chica que de inmediato escondió su rostro en su costura -Le queda de todo como a ti. Desde que vio tu libro estuvo queriendo que le hicieras un traje ¿Te molesta su compañía?

-No es eso Yuri... -a partir de ese día en el que decidió quedarse en la mansión de Jungkook las cosas cambiaron volviéndose extrañas para él, porque ahora recibía más atención por parte de ese hombre, a veces se colaba en su taller para platicar con Yuri o espiar su libro de dibujos con todos sus diseños. Aun no le tenía suficiente confianza para poder llevarse con el pelinegro por lo que terminaba por apartarse con sus diseños.

-¿Entonces? ¿Te pone nerviosa? -Taehyung negó -Él joven solo quiere ser tu amigo -dijo reconociendo la situación de la castaña y supuesta boda -Dale una oportunidad, es buena persona..

-Lo estoy haciendo, es difícil confiar de nuevo. Quiero ser su amiga, pero siento que pone mis nervios de punta.

La ama de llaves sonrió al ver la adorable interacción entre ellos, definitivamente esperaba y quería que dentro de poco estuvieran de verdad unidos, pero la mujer madura desconocía todos los secretos de esos que creía hacer una bonita pareja.

Vestido         (KookV)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora