**Cuando se romper tu corazón en mil pedazos, alguien puede llegar a reconstruirlos? Es lo que se preguntaba Jimin hincado y pálido, cuando recogía un marco hecho trizas.
El retrato estaba entre sus manos, Jimin no pudo contener una lagrima solitaria al recordar el momento de su llegada a esa casa que tanto soñó. Flashback -Donde estamos?- preguntaba Jimin a su esposo que se estacionó en un barrio desconocido. -Ven amor- Taemin salió corriendo del auto para poder ayudarlo a salir, al cerrar la puerta, lo puso de frente a la casa y lo abrazo por la espalda- que te parece? -Es hermosa- le contesto con una gran sonrisa- imagínate poder vivir en ella. -No lo imagines- Taemin no había terminado de hablar cuando lo cargo estilo princesa y camino hasta la puerta que con un leve empujón abrió. Jimin no pudo hablar, solo contemplo el interior de la casa, sus maletas estaban ahí en medio de la sala, los muebles aún tenían los forros puestos, observó algunas cajas dispersas en la cocina y lo que parecía la recámara. Sin contener las ganas de conocer la casa, se removió de los brazos de su esposo, bajo de un salto para poder correr como un niño y ver cada rincón del lugar, regreso a lado de Taemin que lo observaba con una gran sonrisa, el pelinegro, se abalanzó a él y de un brinco se aferró a su cuello, comenzando a besarlo con todo el amor que sentía en ese momento. -Te amo- le dijo al oído mientras besaba su cuello- me encanta- se separó de él para verlo a los ojos- nuestra casa, NUESTRA. -De hecho tuya amor- lo corrigió el mayor- es tu regalo de bodas. Taemin lo llevo al sillón y fue por un sobre a la meseta de la cocina, al regresar vio cómo Jimin estaba sacando de su maleta un retrato que les habían hecho de su boda, era lo primero que quería colocar en ese lugar; así que el pequeño se levantó y lo puso sobre una repisa, lo admiro con sus ojos brillantes, no podía pedir más, tenia todo lo que siempre había querido. Fin del flashback
El toque en su mano lo regresó al presente, volteó a ver como JungKook le quitaba el retrato roto y limpiaba la sangre que caía de su mano. -Gracias- solo susurro eso y trato de separase del castaño pero este se lo impidió. -Debes cubrirlo bien- le dijo sin dejar de vendar su mano con un pañuelo- se puede infectar- al terminar su trabajo, le sonrió y limpio sus lágrimas son decir nada, para enseguida caminar a la cocina. Jimin se levantó, pensando en que momento se había derrumbado en el piso; sin prestar mucha atención a su alrededor, camino a la recámara. Su corazón le pasaba una mala jugada y podía escucharlo como un tambor lleno de angustia y temor. Comenzó a sacar sus pocas pertenencias y las apiló en la cama, algunas joyas, papeles, relojes, gafas y uno que otro recuerdo que aún no podía tirar. Volteó a su vestidor y vio cómo Taehyung escogía la ropa. -No te llevarás mucha ropa de aquí- le aviso el pelirrojo, haciendo un gran montón de prendas aún lado suyo- no te negaré que es buena ropa, pero nada que sea de tu estilo, parecías viejito con esto puesto. -No exageres- Jimin se atrevió a hablar- me gustaba vestirme cómodo...- vio que iba a tirar uno de sus abrigos y sueters favoritos, así que corrió a salvarlos para doblarlos y ponerlos en su maleta- por ejemplo estos, son muy cómodos. -Cómo quieras bebé- Taehyung negó con la cabeza y siguió escogiendo- todo esto casi está nuevo, hay cosas aún con etiquetas, no creo que tengamos problema en venderlas. -Y quien los comprará?- lo cuestionó el pequeño mientras doblaba la ropa. -Yo tengo una amiga que administra una tienda donde la puede ofrecer- el pelirrojo ya había hablado con ella- mañana le llevaré todo, no te preocupes, te depositará en dos semanas. Terminaron de doblar la ropa, organizarla y guardarla; al llegar a la sala con las maletas vieron el lugar casi limpio en su totalidad. -JungKook- Jimin nunca antes le había hablado por si nombre lo que hizo que el mencionado volteara inmediatamente- Tú... Gracias. -No tienes nada que agradecer- le ofreció una gran sonrisa mientras llevaba una bolsa llena de basura al exterior. -Es un buen chico- Taehyung le sonrió a su amigo y lo llevo a que se sentarán- fue bueno que viviera. -Me vio llorar Tae- se quejo Jimin con un puchero en los labios, suspiró y cambió de tema- y los muebles? Donde los venderemos? -Yo me puedo encargar de eso- los interrumpió JungKook al entrar y escuchar su conversación. -Oye, kookie y no podrías mejor buscar a alguien que rente la casa con todo y muebles?- la idea se le ocurrió en el momento al pelirrojo- que te parece Jiminie? Tendrías un ingreso seguro cada mes. -Bueno... si- Jimin se mordió el labio inferior- pero... no se que vaya a decir Taemin. -Esta es tu casa- lo regaño Taehyung, tomándolo de los hombros- está a tu nombre y el se fue, no te dará pensión y aún así piensas en el?? y lo que va a decir?? Jimin... -Es cierto todo eso?- JungKook se fue a sentar a su lado y lo miro fijamente. -Bueno, yo lo corrí de la casa- Le confesó el pelinegro. -TE ENGAÑO- ya no se contuvo más su amigo y le subió la voz- por Dios... era tu aniversario, lo viste con su amante y no le interesó, se fue... no lucho... Jimin al escuchar todo eso comenzó a sollozar y aunque no quería, comenzó a llorar; dolía que alguien más lo dijera. -No lo he olvidado- entre hipeos le contesto a su amigo- se que se fue y no le importe, gracias por recordármelo. -Te lo recuerdo para que no pienses más en el- la voz de Taehyung sonó mas contenida- para que comiences a pensar en ti, deja de pensar cómo dos, PARA YA... NUNCA VA A REGRESAR, DÉJALO IR. Jimin no supo que decir, solo se levantó del sillón y camino a la recámara, tomo sus anillos y regreso a la sala, no hablo solo volteó a dar un vistazo y salió del lugar empuñando los anillos en su mano. A los pocos minutos salieron sus acompañantes cargando todas las maletas y cerrando la puerta. Jimin volteo a ver su casa, tratando de llevarse consigo todos los detalles de esta. Sonrió amargamente. -Se que nunca regresará- comenzó a decirles a los dos hombres que estaban a su lado- cuando cerró la puerta, lo supe, me quise engañar los dos primeros días pero no pasó nada, nunca llamo- limpio sus lágrimas, aunque aún seguían cayendo- hoy... tenía la esperanza de que al llegar encontrara todo recogido, así significaría que al menos le importe un poquito, pero no fue así...- mordió su labio con tanta fuerza que casi pudo sentir la sangre en su boca- creó que es tiempo de dejarlo ir.
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Fotos... créditos a quienes correspondan
Hola, aquí les dejo otro capituló de esta triste historia. Que tengan una hermosa noche, hasta luego. 🐣
