Pv Jimin
JungKook se alejo, dejándome en la banca... no es que no quisiera estar con él... pero agradecía que me dejara solo un momento. Tome el teléfono y marque rápidamente, antes de que mi acompañante hermoso regresara.
-Hola bebé- contestó cariñosamente Jin- qué tal la estás pasando?
-No pude evitar pensar en Taemin esta noche... yo, sin querer lo comparé por un segundo...- no sabía cómo explicarle.
-JungKook te trato mal?- su tono cambio enseguida y se escuchó como a su lado gritaban cosas que no llegue a entender muy bien, ya que Jin hizo callar a todos.
-No, no... nada de eso, es solo que...-me mordí el labio- soy inmaduro? Caprichoso?...
-Hey Jimin, detente ahí- me interrumpió Jin rápidamente- qué pasó?
-Es que me sentí cómo cuando le pedía algo a Taemin, sabes que a él no le gustaba que pidiera cosas tontas y yo ahora quería tantas cosas de comer...- por un momento mi vista se hizo borrosa por las lagrimas que quería contener- qué tal si él tenía razón y yo soy el problema... tal vez JungKook lo noto con mi arranque de Niño al querer toda la comida que veía a mi alrededor...
-Tú nunca le pediste nada a ese...- pude escuchar claramente como suspiro y volvió a hablar- bebe, JungKook no es ese tipo, solo trata de no compararlos y no pienses que eres un problema. El idiota aquel no te compraba ni un misero chicle por que era un avaro envidioso... ahora ve y disfruta tu cita, te queremos enano.
En seguida cortó la llama sin siquiera dejarme hablar un poco más con él; así que sin más le mande un mensaje agradeciendo sus palabras, aunque me costara creer qué yo no tuviera algo malo. Mi querido amigo respondió mi mensaje con un simple "disfruta, JungKook no es él".
No pude seguir con la conversación por que por sobre mi hombro apareció un tazón de mil colores pastel que se veía mucho más delicioso de lo que me imaginaba, no pude evitar sonreír, más tardo JungKook en ponerlo en mis manos que yo en comenzar a comerlo; de reojo vi como tendió una manta en la arena y me pidió ir a su lado, no podía evitar dejar de sonreír, el simple hecho de que ese helado fuera para mi... para mi, sin pedírselo él fue a comprarlo, era una de las cosas más lindas, que podia hacer por mi.
Hace mucho que no me sentía así, igual era una tontería para la mayoría de la gente, pero hace años que me quede con tantas ganas de tantas cosas, que era un deleite disfrutar no solo del postre, si no del sentimiento de alegría. JungKook disfrutó conmigo del tazón, comíamos mientras que en cada cucharada le decía que era el helado más rico del mundo y es que eso era verdad. Cuando terminamos, mi caballero andante me dio la última cucharada de lo que él llamó... MI CAPRICHO.
No me había terminado aún el helado que estaba en mi boca cuando JungKook me miró de una forma tan enigmática y hermosa.
-Mi capricho eres tú- su voz era apenas un susurro pero con su tono era más grueso y seductor; y sin más antes de poder responder sentí sus labios chocar contra los míos. Sus labios eran tan suaves y tibios que en movimientos lentos me pedían permiso de seguir con ese beso.
No podía mentir, el beso me había sorprendido, pero era justo lo que había esperado desde que JungKook se sentó a mi lado a la orilla de la playa el día que llego; así que a los pocos segundos me encontré siguiendo los movimientos acompasados de mi acompañante, dejando a un lado todo y tomando su cuello dándole acceso a mi boca; no era un beso tosco al contrario fue tierno, pausado... puedo decir que hasta un poco torpe, pero fue tan especial, estaba lleno de emociones y sentimientos mezclados. A regañadientes me separé de él para encontrar mi mirada con la suya, Kookie tenía una pequeña sonrisa en sus labios y un brillo en los ojos que me hacían sentir amado y especial.
Lo tome de la mano sin despegar mi mirada de la suya, tenía que sentirlo, saber que esto no era un sueño; él respondió a mi agarre con un pequeño apretón sobre esta.
-Sabes...- JungKook se veía un poco nervioso- ya no tiene sentido esperar más, no soy bueno con las palabras pero...- agacho la mirada y suspiro bajito- yo, bueno siento algo por ti...
-No sigas- lo interrumpi para tomar su rostro entre mis manos y darle un pequeño beso en los labios- yo también siento algo por ti y creo que lo has notado- mordí mi labio inferior y sonríe- hoy dejémoslo aquí... yo...- cómo le podía decir que quería que nuestra confesión fuera especial?
-Hace rato...- comenzó a hablar pero podía ver cómo se debatía en si decirme o no lo que estaba pensando- Si hice algo mal, perdóname, no era mi intención hacerte sentir... mal.
-No hiciste nada mal- aferré aún más su mano y desvíe mi mirada al océano, tenía vergüenza de decirle lo que había pasado- yo soy él que hice el momento desagradable... pensé en Taemin y en... bueno es que a él no le gustaba que me comportara como un niño y menos caprichoso y berrinchudo... ya sabes... inmaduro- agache las cabeza después de esa confesión.
-Qué tonto al no darse cuenta que todas tus facetas son hermosas- me acaricio la mejilla para seguir hablando- No sabes cuanto me encanto ver tu rostro iluminado al comer el helado, al mostrarme los camiones... eres...
-No sigas- lo interrumpi un poco apenado- Kookie, gracias por esta noche, me encanto...- sin más me acerque a su mejilla y le di un beso mientras me perdía en mi mismo recordando los momentos que habíamos pasado estos días hasta llegar aquí.
-Jimin- me saco de mis pensamientos llevando mis manos a su pecho- No pienses mucho las cosas, que te parece si dejamos que todo fluya?
Lo vi por unos minutos para sonreírle y asentir efusivamente, me abalancé a él de nuevo para poder abrazarlo y poco a poco acomodarme en su regazo. Cerré los ojos mientras él acariciaba mi cabello y comenzaba a cantarme una canción.
-Me gustas- le susurré sin mirarlo a los ojos, abrazándolo aún más fuerte- me gustas mucho.
-Pequeño- me separo de su pecho para ver mi rostro- No te imaginas cuanto me gustas tú a mi... cuan importante te has convertido para mi- llevo su mano a mi mejilla- No sabes cuan difícil se me hace separarme de ti, aunque sea por un momento- mis ojos se quedaron atrapados en esos grandes orbes oscuros y llenos de anhelo- quieres ser mi novio?
- Si!- no lo pensé ni un segundo, eso es lo quería y apesar del miedo que podía sentir, quería estar a su lado, yo tampoco quería alejarme de él ni un segundo.
Dejar fluir las cosas, eso era lo que en este momento quería comenzar a hacer, dejarme llevar por este nuevo y maravilloso sentimiento que estaba creciendo por el hombre que me tenía entre sus brazos.Bueno aquí estoy de nuevo, estoy intentando de no tardar tanto para actualizar. Como siempre espero que les esté agradando la historia, gracias por darse el tiempo de leerla y disfrútenla mucho.
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Segunda Oportunidad
Lãng mạn**Cuando se romper tu corazón en mil pedazos, alguien puede llegar a reconstruirlos? Es lo que se preguntaba Jimin hincado y pálido, cuando recogía un marco hecho trizas.