Obsesivo Amor Capítulo Dos

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El detective me prestó toda su atención sin interrupción o preguntas, al parecer yo se lo estaba respondiendo todo. Y lo que todos esperaban saber será revelado.


Desde que nos hicimos novios él estaba mucho más complaciente, pero según pasaban los días que se volvieron semanas, yo empecé a dudar un poco del porqué él nunca me presentaba a sus padres. Yo estuve esperando el momento en que él me pidiera acompañarlo pero ese momento no llegó, aunque ya yo lo había presentado ante mi madre.

A ella le encantó conocerlo, quedó tan ilusionada como yo. Ese era el don de él, enamorar.


Recuerdo que una noche en su auto entramos al tema que tanto yo quería saber: sobre su familia.

—Lander, ¿por que no me presenta a tus padres y a tus hermanos? Es que quiero conocerlos —dije y él frenó de golpe como si intentara contener la ira.

—Nena, he tenido una bronca con mi familia y creo que no es el momento de presentarlos, además están viajes durante esta semana, cuando regresen espero que todo esté bien y te los presento.

Pero aunque me dijo eso solo aumentaba mis dudas.

—Pero me dijiste ayer que ustedes estaban bien, ¿cuando empezó el problema? Además nunca me mencionaste que habían discutido.

Eso fue la gota que derramó el vaso. Él le dio un golpe al volante descargando su ira en él y logrando que sonara el claxon.

—¡Ya basta! ¡No tengo que decírtelo todo sobre mi! ¡Ya para con tus preguntas! —me gritó tan fuerte que quedé pasmada. Sus ojos se oscurecieron como si un demonio estuviera apoderándose de su ser.

No parecía ser el mismo Lander.

—Lander...

—¡Ya no me sigas molestando con estas estupideces! ¡Te los presento cuando sea necesario, cuando yo quiera y ocupe el tiempo! ¿Te quedó claro?

Por supuesto que temí en su momento, pero Lander nunca conoció mi ira, yo no soportaba el maltrato verbal y físico y tampoco cooperaría con su actitud. Mi madre luchó tanto por separarse de mi padre quien la golpeaba siempre que podía, que me hizo reflexionar con mi vida, y era obvio que yo no quería una relación así.

Y Lander estaba arruinando eso.

—¡Oye te calma o me largo de este coche! ¡No pienso tolerar esta actitud! Yo solo quería conocer tu familia como toda novia quiere, bastaba con decir lo que pasaba y no gritarme, espero que no se repita o...

—Lo siento nena, lo siento —mencionó colocando su cabeza en el volante y lo escuché sollozar. Me rompió el alma porque nunca lo ví en ese estado, tampoco sé si fingía, aunque creo que si.


Me pidió perdón por su mala actitud y ví que al menos se excusaba, y lo perdoné. Prometió no volver a hacerlo, pero no todo se cumple.

Pero ya cumpliendo dos meses de relación, me di cuenta de que estuve tan apegada a él que ya no compartía como antes con mis amistades, desde que estuve con Lander todos se alejaron de mí y no encontraba razones. Me di cuenta de que mi amiga me evitaba como si temiera de mi. Estaba sola y no comprendía nada.

Intenté acercarme a ellos pero no decían nada, solo me decían que estaban ocupados. Sentí que pasaba algo pero no sabía en quién sospechar porque mi relación con Lander estaba bien. Eso creía.

Pero un día me colocaron junto a un chico para hacer un taller práctico y tuvimos que salir juntos hacia la Biblioteca para buscar unos ejemplares. Me sentí perseguida y asustada. No sabía que ocurría pero había en mi una sensación mala, bastante mala.

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