Al salir de la escuela no me esperaba que papá estuviera recargado en el auto mirando a todos lados. Sabía que eso se debía a su nuevo socio recién llegado a la ciudad el que estuviera aquí.
—Jane, sube te llevaré a mi trabajo por unas horas y luego nos vamos a casa para prepararnos e ir al evento. —Terminando de decirme eso se subió en el piloto. Hice una mueca de resignación y subí sin más reproches de mi parte.
—¿Qué te pasó en el cabello?—Frunció el ceño mirando mi cabello y parte de mi uniforme.
—Nada.—No le prestó atención y encendió el auto para ir a su trabajo.
***
Para cuando llegamos a su trabajo, en el enorme edificio de más de diez pisos, el cabello se me había secado. Recordé que tenía tarea que hacer por lo que quise quedarme en el auto. En fin, papá no quiso y me arrastró a su oficina convenciendome de hacerlo en su oficina.
—Puedes sentarte ahí hasta que termines.—Señalo la pequeña sala de su oficina, él por lo tanto se fue a sentar en la silla giratoria de su escritorio y comenzó a revisar papeles y más papeles.
Después de una hora alguien llegó interrumpiendo. Una mujer joven se hizo presente detrás de la puerta, vestía una falda y saco color gris con tacones no muy altos. Supongo que es la secretaría.
—Buenas tardes, señor Thomson. Esta es su nueva agenda para el día de mañana y aquí le traigo la carpeta de los nuevos ingresos.—Unos minutos tardó en decir y hacer todo, la verdad no me importo nada por lo que decidí terminar la tarea que me faltaba.
—Hey, Thomson. Alguien vino a visitarnos.—Un hombre de traje negro llegó después de que se retirará la secretaría.
—¿De verdad? ¿Quién es?—Papá mostró interés dejando sus papeles a un lado y mirando a su compañero.
—Hola, soy el señor Smith acabó de llegar a la ciudad junto con otro amigo pero él esta en otra área.—Con una enorme sonrisa se presentó ante papá.
—Oh, así que usted es el nuevo socio, bienvenido sientase con la confianza de preguntarme cualquier cosa. —Ambos estrecharon las manos respetuosamente, lo malo era que ya había acabo la tarea y solo me tocaba escuchar la conversión.
Los tres hombres se quedaron hablando un par de minutos más hasta que un chico llegó algo agitado a la oficina. Todos en la habitación lo vimos querer agarrar aire y sonriendo débilmente. ¿Quién era este tipo?
—Señor Thomson, él es mi hijo Nate Smith. Hijo él es el señor Thomson un gran hombre de negocios.—Los dos se saludaron con sonrisas. Era la única olvidada.
—¿Irán al evento? Supongo que si.—El señor Smith le preguntó a papá.
—Claro, de hecho llevaré a mi familia.
—Entonces espero que mi esposa se lleve bien con la tuya, nos vemos en la noche.
Todos se despidieron dejando de nuevo a papá y a mi solos. Regresó a su lugar para escribir un par de cosas en su computadora.
Me empezaba a aburrir de estar solo sentada después de muchas horas por lo que me levante del lugar y observe el estante donde había muchos libros.
En la tercera repisa había unos portarretratos de mi familia, mis padres, hermano y yo. La otra solo era de nosotros tres sin mi hermano, eso fue después de su muerte. Los tres fingiamos sonrisas para la foto, nada de eso era cierto.
Sonreí con nostalgia recordando los momentos con mi hermano las veces que hacíamos pijamadas en casa y nos quedábamos a altas horas de la noche viendo películas y contando lo que nos había pasado en la semana.
—Listo.—Volteé a ver a papá cerrar su computadora y estirarse un poco, se puso el saco y tomó su maletín. —Vámonos, tu madre nos espera en casa para prepararnos.
—Si.
En el regresó a casa mire la hora, el tiempo se pasó rápido ya casi eran las ocho de la noche. Por mi mente solo pasaba lo aburrido que sería estar en ese evento lleno de personas hablando de negocios y vistiendo ropa cara para lucirse frente a otros.
—Vete a cambiar, tienes hasta las nueve.
Después de media hora ya estaba lista esperando a mis padres en la sala, prepare mi pequeña mochila color plata y eche mis audífonos y un suéter por si hacia frío. El vestido que me había puesto me llegaba a tres dedos arriba de la rodilla, para mi ya era muy corto y destapado.
Justo a las nueve ya íbamos en camino al evento, este se llevaría acabo en la recepción de un hotel bastante lujoso. Mentalmente me preparé para la noche más larga de la semana.
Ni bien entramos varias personas saludaron a mis padres, me sentía fuera de lugar, no conocía a nadie y aunque fuera exagerado todos me hacían sentir pequeña y poca cosa por no poder comportarme como tal.
Ya pasado de las nueve y media hicieron un brindis por logros de la compañía y darle la bienvenida a los nuevos integrantes. Dieron un discurso barato sobre lo agradecidos que estaban y esperan seguir así.
La cena se dispuso a ser servida para todos cada quien en su mesa, todo el rato que llevo aquí no he abierto la boca para nada y vaya que lo agradecía odiaba hablar con las personas mayores sobre sus temas de negocios y encima fingir que me importa.
Terminé la cena tranquilamente, mis padres ya estaban hablando con un matrimonio tan entretenidos que preferí no interrumpir solo para decir que iba al baño.
Como pude conseguí llegar al baño, hice mis necesidades y me lave las manos. Arreglé un poco mi rostro y salí para continuar la noche. Cuando llegue a la mesa mis padres ya no estaban, barrí con la mirada todo el lugar hasta ubicarlos a unas mesas hablando con el hombre de esta tarde.
A su lado vi una mujer muy bien vestida y maquillada, a su otro lado vi al mismo chico alto y de piel pálida. Por unos instantes el chico vio en mi direccion, mantuvimos la mirada por unos segundos hasta que quite la mía.
ESTÁS LEYENDO
Dos Almas Un Cuerpo
Teen FictionJane una chica universitaria quiere cometer suicidio por razones de su vida. Ella "feliz" de haber escapado de la vida, durante un accidente, un suceso extraño la hace regresar en el cuerpo de otra persona. Tania también es una chica universitaria p...