⭐ Capitulo 23 ⭐

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La reunión se estaba llevando a cabo en el jardín trasero de la casa del tal Mike, una piscina enorme se encontraba en el centro de éste.

—Juguemos a algo, estoy aburriendome.—Uno de los chicos habló poniéndose de pie y trayendo una botella de cerveza.

—Si, hagamos algo. Nadie trajo ropa de lo contrario nos habríamos metido a la piscina. ¡Ya sé!—Me sobresalte un poco por su grito. Todos lo vimos ir y traer una botella de vidrio vacía.—Juguemos a verdad o reto.

O no... No me está gustando esto.

—Bien, juntense todos.—Sin mucha confianza me puse a un lado de ellos sentada en el césped donde habían hecho el circulo.

—Comenzaré. —Giró la botella un par de veces y unos ya estaban cumpliendo su reto o diciendo alguna verdad, por ahora no me había tocado y rezaba por que siguiera así.

Después de muchas rondas más, Isa llegó y se sentó en medio de Mike y Nick. La botella paró en uno de los chicos y otro en Nick, el primero lo vio malicioso mientras los demás esperaban la respuesta de Nick.

—¿Verdad o reto?

—Verdad.

—¿Disfrutaste mucho ese día?—Frunci el ceño bastante confundida, se refería a un día de fiesta donde se acostó con alguien o a que.

—Se más específico. —Habló uno de ellos.

—Me refiero a que si disfrutaste saber lo que le pasó a ese chico, de hace un par de años.—Me paralice por completo me limite a ver la expresión y respuesta de Nick.

—Claro, por que no. No logré lo que quería pero al menos la estúpida de su hermana sufrió. —Mis ojos se llenaron de lágrimas y antes de que siguieran salí de esa casa con los gritos de Mateo detrás mios.

En menos de lo que me imagine ya casi llegaba a casa, me tranquilice un poco pero aún sus palabras rondaban en mi cabeza. No quería recordar más a mi hermano de lo contrario me derrumbaría de nuevo. Pero no pude evitarlo, miles de recuerdos me llegaron a la mente atormentadome cada vez más. Esto sería difícil de procesar y de olvidar.

                                 ***
El lunes después de la escuela fui directo a casa, me desaparecí durante todo el receso y Jessy comprendió que algo pasaba por que me dejó sola y no pregunto nada, se lo agradecí internamente. Al llegar a casa Mateo se encontraba sentado en la acera, en cuento me vio se levantó y caminó hacia mi.

—Tania, estaba preocupado por ti. Ese día te fuiste, ¿porqué?

—No pasó nada, me sentí mal y preferí irme.

—Debiste habérmelo dicho, yo mismo te habría traído a casa.—El buscaba mi mirada y yo hacia lo contrario, no quería verlo.

—Si, ya pasó. Debo irme.—No me importaba dejarlo ahí con la palabra en la boca, al fin y al cabo él dijo algo que me dolió mucho.

—Tania, ¿qué pasa? Y no me digas nada por que se muy bien que estas mal.

—Tú... Olvidalo no querrás decirme lo que te preguntare. —Pase por su lado y llegue a la puerta, me detuvo antes de querer abrirla.

—¿Qué? Preguntame, te lo responderé. —Me gire para verlo, se miraba serio así que creí en sus palabras, suspire e hice la pregunta.

—¿A que se refería tu amigo con eso de disfrutar ese día?—Lo sentí tenso por mucho que trataba de esconder su nerviosismo ya sabia que algo andaba mal con él y sus amigos.

—Nada, ni siquiera recuerdo. —Alzó los hombros haciéndose el desentendido.

—¿Ves? Te dije que no me responderias.

—No, de verdad no recuerdo ese supuesto día.

—Cuando quieras decírmelo, buscame de lo contrario no me hables. No te quiero ver.—Abrí la puerta y estando a punto de cerrarla la mano de Mateo se interpuso en mi acto.

—¿Por qué te interesa?

—Por que hablaron del sufrimiento de alguien, ¿y sabes por que no te creo? Por que vi muy bien como sonreias ante las palabras de tu dichoso amigo, al parecer tu también lo disfrutaste mucho ¿no?—Se quedó estupefacto, con todas la palabras quedando trabadas en su boca, no di más vueltas y cerré la puerta sin importarme que casi le lastimaba la mano.

                                  ***

Los siguientes días no supe nada de Mateo y eso lo agradecí bastante. Durante dos noches tuve un sueño muy raro, desgraciadamente mi hermano estaba en él y eso hacia que durante el día no prestará atención a nada por querer encontrarle un significado a ese sueño. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que soñé con él y de alguna manera verlo en mis sueños me daba mucho que pensar.

—Hey, ¿estás bien?—Nate me miraba desde la banca de enfrente. Habíamos pasado mucho tiempo sin comunicación por que se había ido de viaje a un proyecto relacionado con su futura carrera de no se que.

—Si, solo estoy cansada no he podido dormir muy bien estos días.

—¿Por qué? ¿Problemas en casa?

—No, nada que ver, solo no puedo.—Preferí ahorrarme las palabras, no tenia muchas ganas de hablar. Él entendió mi estado y optó por dejarme descansar el resto del receso.

Al salir de las clases Jessy de nuevo me invito a pasar al hospital para ver a mi cuerpo. Sin mucha ganas acepte, ella se había convertido en alguien muy importante, si la yo del pasado supiera esto me daría unas buenas cachetadas por haber perdonado a Jessy.

Luego de pasar por la recepción entramos a la habitación, seguía igual que antes, nada nuevo según la enfermera que cuidaba el estado de mi cuerpo. Aún seguía en peligro de muerte. Tardamos bastante ahí, miraba como Jessy le hablaba sin ninguna pena de mi presencia. Sin darme cuenta me quedé dormida en el sillón de la habitación.

Descubre la verdad, hay algo escondido detrás de todo. Si no estas muerta es por algo y tal vez ya el por que.

Desperté por las sacudidas de Jessy en mi hombro, me levanté con pereza y la mente confundida, ¿qué fue eso?

Dos Almas Un CuerpoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora