El receso inició del todo agradable, cosa que nunca pensé que pasaría en mi vida y mucho menos con la persona que me obligaba a pensar en eso.
Jessy y yo nos encontrábamos en la cafetería en una de las tantas mesas, el nuevo semestre comenzó y todos parecían más tranquilos después de los exámenes finales.
—¿Qué puesto quedaste?—Cuestione a Jessy que se encontraba muy concentrada en su comida.
—En el veinte, me fue mejor que el semestre pasado.—Asenti con la cabeza mientras ella seguía comiendo.
Después de terminar de comer nos quedamos unos minutos más antes de irnos al salón para la próxima clase. En los pasillos había uno que otro alumno y eso lo agradecía, estos lugares suelen llenarse de estudiantes.
—Tania, ¿puedo hablar contigo?—Isa salió del salón muy seria, molesta me atrevería a decir, Jessy solo me dejó sola con algo de duda.
—¿Qué pasa?—Nos alejamos un poco de la puerta, estaba intrigada.
—Deberia yo decirte eso, ¿qué pasa?—Frunci el ceño, notó muy bien que no sabia y bufó.—¿Qué pasa entre tu y Mateo? Algo te traes con mi primo ¿cierto?
—No, además como...
—Los vi en la cafetería. —Me interrumpió, ahora se notaba más molesta y preferí retroceder un paso antes de que me golpeara si es que se le daba la gana hacerlo.—No me digas, nada por que mi primo no es de ir a invitar a una chica solo por que si.
—Pues lo hizo, yo iba llegando a mi casa y él me dijo que tu le hablaste de mi. Específicamente le dijiste mi nombre.—Eso la confundió, cruzó los brazos y respiraba con rapidez.
—No debí habérselo dicho. Solo te advierto que con él no te metas, ya no le hables.
¿Cuál es su problema? Es su primo no su novio, ni nada de eso. Por que se molesta tanto si le hablo o no. Con mala cara entré al salón segundos antes de que sonara la campana.
***
—Oye, ¿ese no es el primo de Isabel?—Camino a la salida y acompañada de Jessy nos detuvimos a unos cuantos metros de la puerta, Mateo se encontraba recargado en su auto y en cuanto me vio se acerco a nosotras con una sonrisa.—Hola. Creí que ya habías salido por que no te veía. —Se dio cuenta de la presencia de Jessy y simplemente la saludo con un gesto.—Quieres ir a comer o te llevó a tu casa.
—Yo..
—Llevala mejor a comer, no comió en el receso y puede enfermarse. —Le eche una mirada de reclamó a la chica y ésta solo sonreía.
—Bien, vamos.
Ya en el restaurante de comida rápida disfrutamos de la hamburguesa, papás fritas y un refresco, nada saludable pero estaba delicioso. Además Mateo me dejó elegir la comida y el lugar. Ya habíamos acabado de comer y solo nos quedamos platicando sobre como le había ido en estos días, me recordaba lo gracioso que había sido el verme despierta por las mañanas con mi cabello desordenado cuando Susana lo dejó a cargo de mi.
Todo iba de maravilla pero no todo es color de rosa, la invitación a otro lado la hubiera preferido más que la que me dijo. Además de que esta mañana había recordado lo que habló con Isa antes de que me enterará de donde estaba mi cuerpo.
—¿Quieres ir a una reunión con unos amigos? Estará Isa.—Me sonrió como siempre lo hacía, sus amigos... De repente me sentí incomoda al recordar el nombre.
—No creó que pueda, además son tus amigos deberías ir con ellos y pasarla bien. Me sentiría fuera de lugar al no conocer a nadie, a excepción de ti y de Isabel.
—Oh, vamos, será divertido. Tal vez te hagas amigos de los míos, son buenas personas.—Tomó mi brazo con sus manos y me sacudió tal cual niño pequeño cuando quieren algo y no se lo compran, así que hace berrinche para conseguir lo que quiere.
Resinganada acepte la invitación, la reunión sería en casa de uno de sus amigos y seria el fin de semana. Tendré dos días para prepararme mentalmente y sobrevivir ese día.
***
—¿Entonces irás?—Hablaba por teléfono con Jessy, por algún motivo le contaba todo lo que me estaba pasando. —No quiero que te enojes conmigo y que lo pienses mucho, pero ¿no será que Mateo siente algo por ti?—Solté una caracajada algo forzada.—¿Estás loca? Solo somos amigos, jamás veré a Mateo como otra cosa.—Tal vez estaba diciendo la verdad, eso sentía ¿no?
—Yo solo digo, la vida da muchas vueltas. ¿Isa no sabe que irás?
—No, pero cuando me vea ahí se molestará mucho.
—Tranquila, al fin y al cabo Mateo te invitó y no le des gusto a esa tipa. —Me sentí triste al recordar como era Isa conmigo en el pasado, ahora me sentía rara pensando que confió más en Jessy que en la que una vez fue mi amiga.
—Si, tienes razón. Bien me voy tengo que arreglarme. Mateo pasará por mi en media hora.—Me levante de la cama para ir a buscar la ropa que me pondría. Aún hacia frío así que seria algo cubierto, tampoco iría a algo elegante por lo que elegí algo casual pero bien visto.
—Esta bien, me cuentas con lujo de detalle el lunes. Adiós.
***
La casa no la reconocí al instante en cuanto el auto de Mateo se estacionó frente a ella. Me sentía nerviosa por que no quiera toparme con esa persona, las manos me comenzaron a temblar pero preferí disimular eso.—Es la casa de Mike, mi amigo desde la secundaria, te caerá bien.—Sonreí muy nerviosa y forzadamente. Quería huir de ahí, pero en menos de lo que pensé esa opción ya estaba dentro de aquella casa con los amigos de Mateo e Isa quien les ayudaba a servir las botanas en los platos que estaban en la mesa del comedor.
—Hola, les presento a Tania, es mi amiga y la compañera de clases de Isa.
—Hola.—Quise sonar lo más natural posible pero todos los presentes me miraban mucho. Además ya había encontrado a la persona que no quería ver nunca más.
—Bienvenida a mi humilde casa.—El tal Mike se acercó a mi y pasó su brazo por mis hombros poniéndome tensa y más incómoda.
—¿Humilde casa? Ya quisieras eres hijo de gente importante.—Menciono uno de los chicos sentados en el comedor. No tenia la intención de aprenderme los nombres a pesar de ya saberlos minutos atrás cuando se presentaron.
—¿Qué haces aquí?— El buen ambiente se fue en cuanto Isa hizo su aparición.
—Yo la invite, ¿algún problema?—Mateo se puso a la defensiva.
—Si, no la quiero aquí. Largate.—Me miró esta vez a mi con una mirada intimidante.
—No es tu casa, además siempre es bueno conocer personas.—De nuevo el dueño de la casa habló, Isa salió molesta de la cocina y todos nos quedamos callados.
—Dejenla, ya se le pasará el coraje cuando tenga hambre.—Mateo volvió a sonreír tras sus propias palabras. Algunos rieron pero yo no podía, Isa enojada por mi presencia y yo incómoda por la presencia de Nick.
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Dos Almas Un Cuerpo
Teen FictionJane una chica universitaria quiere cometer suicidio por razones de su vida. Ella "feliz" de haber escapado de la vida, durante un accidente, un suceso extraño la hace regresar en el cuerpo de otra persona. Tania también es una chica universitaria p...