Viernes, Viernes benditos mis Viernes de no hacer nada.
— «Riiiiiiiing»— Suena el timbre indicando el final de las clases. Cojo mis cosas, salgo de la clase y en la puerta Jack.
— Me he leído los siete primeros capítulos.— Dijo empezando a andar a mi lado.
— ¿Ya? — Dije sorprendiendome falsamente ya que yo ya me lo hubiera acabado.
— Si y es bueno, me gusta.— Dijo Jack sonriente.— Oye ¿tienes mobil?— Esa pregunta me sorprendió ¿Quería mi número? Ay me muero.
— Mmm s-si.— Dije nerviosa.
— Apuntamelo.— Dijo dándome su mobil. Le apunté mi número y empiezo a andar un poco más rápido por los pasillos.
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—«Bi bi»— Sonó el timbre del mobil y me tiré a el como si yo fuera un león y mi mobil carne.
«Solitaria ¿te apetece quedar a tomar una pizza?»— Jack.
«Vale retrasado. En la heladería en 15 minutos»— Respondí
«Vale solitaria»— Jack.
Haber, haber, haber ¿Que mierda me pongo?
— Mamaaaaaaaaa — Grite desde mi cuarto. Necesitaba su olfato para la moda, aunque me de corte tener que contarle la necesito para que me ayude a elegir.
— Dimeeeeeee.— Grita desde la planta de abajo.
— Veeeeeeeeeeen.
— Voyyyyyyyyy.— Dijo mi madre con su voz de niña pequeña.— Dime amor.
—Mmmm Cora ¿Me ayudas?— Mi madre frunció el ceño enfadada.
— ¡A mi me llamas mama!— Dijo mi madre enfadado. Yo tenía la manía de llamarla Cora y a mi padre Josh y mi manía no les gusta nada.
— ¡Pero te llamas Cora!— Dije frustrada.— Vale, vamos a dejarlo. Ayúdame a escoger lo que me voy a poner.— A mi madre se le iluminó la cara. Ya venían las preguntas, mi madre preguntaba todo y cuando digo todo es todo.
— Uyyyy— Dijo como si fuera una maruja.— ¿Quien es?
— Un amigo.
— ¿A donde vais?
— A tomar una pizza.
—¿Cuantos años tiene?
— Los mismos que yo.
— ¿Cuál es su dn— La interrumpí.
— Mama no quiero un interrogatorio, no te voy a decir su dni, ¿Quien se sabe el dni de un amigo?— Pregunté divertida— sólo ayúdame a escoger una ropa.
— Vale, si sólo vais a cenar pizza coge este jersey verde caqui y estos pantalones negros— Dijo cogiendo la ropa de mi armario.— Y las converse blancas.
Le dije a mi madre que se fuera de mi cuarto y empecé a vestirme. Ya vestida fuí al baño de mi habitación y empecé a ondularme el pelo con las planchas y se quedó perfecto. Mire el móvil y ya era la hora.
Sali corriendo de mi casa y mi padre gritó:
— ¡No bebas!— Cerré la puerta sin hacerle mucho caso ya que siempre me decía lo mismo antes de ir al instituto, si, antes de ir al instituto me lo solia decir.
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Llegue 5 minutos tarde y el ya estaba allí con su móvil enviando mensajes.
—«Bi bi»— Sonó el timbre de mi móvil.
«Solitaria, llegas tarde»— Jack.
«Pero te perdono porque vas preciosa» — Jack.
Me sonrojé al instante. El levanto la mirada y dijo:
— ¿Te vas a quedar ahí toda la noche?— Me reí y fui hasta el.— Vamos a la pizzería.
—Vamos.
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— Cuéntame las ventajas de ser una solitaria porque no las entiendo.— Dijo cogiendo el último trozo de pizza.
— Nadie te molesta y tu cuéntame las ventajas de ser "popular"— Dije haciendo comillas con los dedos.
— Tengo admiradoras que me envían cartas.— Dijo con aires de grandeza. Sólo tiene una y esa una era yo.— Enrealidad quiero saber quien es, me parece interesante.— Me empezaron a sudar las manos. Alomejor fue mala idea enviarle cartas pero el mal ya estaba hecho y yo me desahogaba.
— ¿Y como son las cartas? ¿Llamandote guapo?— El se quedo callado.
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Llegue a mi casa contenta porque el siempre hacía que yo estuviera así. Me puse el pijama y me fui a la cama.
«Bi bi»— Sonó el timbre de mi móvil cuando ya estaba acostada en mi cama.
«Buenas noches solitaria»— Jack
«Buenas noches retrasado»