—«bip bip bip» — Suena el despertador haciendo que habrá los ojos.
—Te odio— Le digo al despertador como si me fuera a contestar. ¡Siempre me despierta en la mejor parte del sueño!
Me levanto y me lavo la cara en un intento fallido de quitarme el sueño. Me visto con una sudadera de color vino, mis pantalones negros y mis típicas converse blancas. Entro al baño de mi cuarto y peino mi pelo mpelirrojo— que ya me llega por el ombligo— en una trenza al lado.
—Melooooody— Grita ni madre desde la planta baja— A desayunar.
—Ya voy— Grito de vuelta. Cojo mi mochila y voy a la cocina.
Al entrar le doy un beso a mi padre y otro a mi madre.
—Adiós cariño nos vamos a trabajar —Dice mi padre abriendo la puerta.
—Acuérdate de coger las llaves que hoy no estamos para comer.— Dice mi madre y al instante cierra la puerta.
Desayuno rápido cojo mi mochila y las llaves y voy caminando hacia el instituto que se encuentra a diez minutos andando.
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Estamos en clase de matemáticas, asignatura que se me da bastante bien aunque no me guste. Jack esta en mi clase y no paro de mirarlo hasta que me concentro en la pizarra.
—Melody White— Dice el profesor llamando mi atención.— Sal a resolver el problema.— Es increíble que hallan dicho mi nombre y no se de cuenta. No se acuerda de mi, alomejor es porque no fui importante.
Lo resolví y estaba perfecto. Me volví a sentar en mi sitio y el me estaba mirando. Su mirada me puso nerviosa e intente mirar hacia la pizarra pero lo acabe mirando por el rabillo del ojo. Porfavor que pare de mirarme.
—«Riiiiiiiing»— El sonido del timbre indica la hora del primer almuerzo.
Recogo mis cosas y las meto en mi mochila.
Todo el mundo se ha ido a la cafetería y a las gradas y ya no hay nadie en los pasillos de la segunda planta. Sólo yo.
Llevo la nota entre mis manos y estoy enfrente de la taquilla de Jack. Echo la nota a su taquilla entre las rejillas. Creía que tenía el suficiente valor como para decírselo a la cara pero no puedo. No soy valiente.
