"It'll blow your mind back to how it was"El negro era su color favorito. Podía ser que casi toda su ropa tuviera notas verdes o buscara específicamente los tonos azules en las pinturas que adornaban su departamento, las cortinas, las sábanas y la sala. Pero su color favorito era el negro. Lacio, líquido entre sus dedos. El cabello de Craig era su favorito en casi todo. Rodeó su cintura, acomodándolo contra su pecho, sintiendo su adormilada respiración mientras los créditos de la película aparecían. Tweek le insistió que le aburriría pero Craig le dijo que estaba bien, que realmente sólo quería acurrucarse con él en el sillón de todos modos. A veces parecía un niño.
-Cariño ¿No prefieres ir a la cama?- besó su cabello, moviendo su brazo para despertarlo. Craig gruñó, negando-No cabemos los dos aquí-
-Mañana vamos a comprar un sofá más grande, el más grande de toda la puta tienda para que podamos dormir aquí todos los días, es muy cómodo- bostezó, girándose para abrazar el cuello de Tweek, acomodando su cabeza en su hombro- o quizá eres tú-
Sonrió, acariciando su cabello contra su mejilla. Le hubiera gustado alargar más ese momento, quizá hasta medianoche al menos, quizá incluso una semana. Pero los golpes contra la puerta no dejaron que Craig siguiera durmiendo. Abrió los ojos con alarma y él se inclinó a besarlo a la par que lo deslizaba al sillón.
-Debe ser Kyle. Me llamó hace unas horas-
-No le abras- sujetó su mano, mirándolo con desesperación- Tweek, todavía podemos salirnos de esto, ya te dije que puedo tomar un trabajo en la tienda departamental que vimos la otra noche. Amor, por favor. No abras la puerta-
-Ay, cariño mío- Tweek se rió entre dientes, tomando su mentón para besarlo en la mejilla, acercando su aliento a su oreja- eres tan débil todavía-
-¿Interrumpo algo? Espero que sí-
-Si estuvieras interrumpiendo, sabes que te hubiera hecho esperar hasta que terminara- se hizo a un lado para dejar pasar al muchacho. Como si conociera el departamento de toda la vida, caminó hasta el comedor, dejando sobre la mesa un par de bolsas que hicieron un sonido cristalino al chocar.
-Vine a cerrar el trato- sonrió, extendiéndole una tarjeta y un sobre amarillo- aquí está la autorización y la cuenta del seguro de vida, como acordamos-
-¿Y?- Tweek sacó las hojas del sobre, leyendo con detenimiento las claúsulas.
-Ah, sí, el próximo robo- se extendió en la silla, buscando en la bolsa una botella- tengo en la lista un par de opciones, pero hoy no quisiera hablar de negocios, se supone que es un día festivo-
-¿Festivo? Carajo- Tweek le dio un sorbo a su cerveza, riéndose- ¿Te parece algo digno de celebración que la persona que dices querer haya quedado con el corazón desecho? -
-Mientras menos competencia tenga, mejor para mí. Sea quien sea, no quiero compartir a Eric con nadie, tú deberías entenderlo- paseó sus ojos disimuladamente hacia la sala, donde Craig seguía sentado- además, qué mierda te importa. Te vas a quedar con una buena cantidad de dinero seguro por al menos cuatro años al cobrar como si fueras hijo de Liane ¿Qué más quieres?-
-Tienes razón- guardó la tarjeta en su pantalón, dejando los papeles en la mesa. Se sorprendió al sentir la mano de Craig en su cuello mientras jalaba una silla a su lado. Sin embargo sonrió, extendiéndole una cerveza.
Era fácil de predecir que esa noche se alargaría hasta la mañana siguiente, que escucharía a Kyle suplicarle a Karen que mantuviera en secreto queno había llegado a casa, que siguiera vigilando a Ike mientras él se acurrucaba a la espalda de Craig, sintiendo su cuerpo moverse por la cocina para preparar el desayuno. Él no había bebido tanto como Kyle y él pero se había quedado despierto con ellos. No le había ocultado nada, jamás lo hacía. Él sabía qué clase de planes tenía, sabía cuáles habían sido sus intenciones desde el principio y sin embargo el ceño fruncido y los labios apretados le hacían darse cuenta que estaba molesto. Tweek no podía culparlo, pero tampoco ayudarlo. Craig lo sabía.
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Soda atómica
FanfictionMirrorVerse AU South Park. South Park nunca ha sido un lugar común ni pacífico. Desconfía de los más callados, dicen.