Bajo llave

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-Necesitamos ir al centro del lugar, hubo una explosión- escuchó a los policías alejarse y antes de pensar cualquier otra cosa, tomó a  Kenny de la manga de su chamarra y lo jaló.  En su  carrera hacia la esquina se encontraron a Tweek y un demasiado pálido Clyde saliendo de entre la multitud de chismosos y policías y reporteros, un poco antes de que comenzaran a acordonar el lugar. Tweek le hizo un gesto con la cabeza para que siguiran corriendo hasta el auto estacionado donde los esperaba Kyle. Arrancó antes de que alguien, quien fuera, notara siquiera que habían estado ahí.Media calle adelante escucharon las sirenas.


-Falta Stan- Señaló Kenny, mirando hacia atrás. Craig puso su mano en su muslo, apretando, haciendo que lo mirara negar con la cabeza- pero...-


-¡Eres un maldito mentiroso!- Clyde tomó a Tweek del cuello del mono de barrendero, pegando tanto su cara que incluso podía sentir su saliva- ¡Nos dijiste que la bomba era falsa!-


-Son daños colaterales, Clyde, no seas tan llorón- lo apartó de un manotazo, mirando hacia atrás para asegurarse que nadie los estuviera siguiendo.


-¿Daños colaterales? ¡Le mentiste! Nunca nos dijiste que su vida estaba en juego, ni que tu distracción iba a ser volarle la cabeza- 


-¿Volarle la cabeza?- Kenny comenzó a temblar en el asiento, llevándose ambas manos a la boca- ¡Es nuestro amigo!No pudiste realmente hacerle eso-


-Si Stan hubiera sabido que la bomba era real, nunca hubiera aceptado ponérsela. Era un idiota pero no tanto- intervino Kyle, mirando con el ceño fruncido el camino- no creo que sean tan ingenuos, Clyde, Kenny, para en serio haber pensado que todo iba a salir como un cuento de hadas. Alguien tenía qué caer y yo creo que Tweek tomó la decisión correcta. Sacrificas uno por salvar a seis, es justo-


-Pudimos... Debió haber alguna alternativa, Dios mío- Craig rodeó los hombros de Kenny cuando comenzó a sollozar- ¿ Podemos al menos volver por el cuerpo? No podemos abandonarlo ahí, lo echarán a una fosa común-


-Por Dios, Craig ¿ Qué le viste de atractivo a este marica?- soltó Tweek con odio, brincando de los asientos traseros al de copiloto, ajustándose el cinturón, respirando aliviado al ver que nadie los había notado- deja de lloriquear, el bastardo dio su vida por nosotros, es un héroe, préndele una vela todas las noches y deja de joder-


-Lo lamento mucho- Craig murmuró, abrazando más a Kenny. Miró un par de ojos verdes fijos en él por el retrovisor. Se sentía culpable por estar tan agradecido.




Llegaron con Token y él comprendió sin preguntar por qué faltaba uno mientras, entre todos, volcaban el auto de la mamá de Kyle contra un árbol.



-Será mejor que sólo lo destrocemos, no quiero que nuestro fágil pececillo se vaya a poner a llorar porque podemos provocar un incendio forestal o una mierda así- Tweek se abrió el mono, bajándolo hasta poder sacar la pistola que tuvo atada a su muslo todo el tiempo. Un disparo a la válvula de escape, otro al parabrisas. Craig se paró a su lado, sacando también su pistola. Kenny se quedó mirándolos, mientras Clyde, Kyle y Token se les unían. Una vez que terminaron el cartucho y el auto quedó totalmente inservible y las placas completamente irreconocibles, entraron al automóvil nuevo. Negro, mucho más amplio y reciente. Echaron los dos sacos con lo robado y se cambiaron la ropa, incluso los guantes, dejando la antigua también en la cajuela.

Soda atómicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora