17. El arcano mago. Parte 2

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Mackster

—Sabés hacer magia... —le digo. Siento que toda mi sangre baja hasta mis pies.

—Más o menos —habla con naturalidad, como si fuera algo normal—. Algunos rituales no me salen bien. Los que más me funcionan son los de protección, aunque uso mis propias técnicas.

—¿Tenés algo que ver con la gripe que se desató en el colegio? —Lo miro fijo.

—¿Eh? ¿Qué decís?

Me cruzo de brazos.

—Vi en tu carpeta una hoja con una estrella de cinco puntas dibujada y distintos nombres... todos de personas que se enfermaron.

—El pentáculo no es maléfico, Mackster. Se puede usar para distintas cosas. En este caso, era para protegerlos.

Arqueo una ceja, sin estar convencido del todo. Ismael va hacia el estante y saca uno de los libros de magia.

—Mirá, lo dice acá. —Me alcanza el volumen abierto en una hoja marcada.

Cuando la leo, recuerdo haber estudiado algo así con Gaspar. Tengo que prestarle más atención a mi maestro.

—Si quisiera hacerles algo malo —continúa—, ¿pensás que les provocaría una gripe nada más? ¡Guau! ¡Qué castigo faltar al colegio por cinco días! —pone los ojos en blanco.

—Tenés razón —admito, aguantando la risa.

—Aparte, la Wicca no permite esas cosas... Es la religión que practico —agrega, al ver mi cara de desorientado—. Según sus preceptos, no se puede interferir con la voluntad de los demás, y todo bien o mal que haga con la magia me va a ser devuelto tres veces.

Mis sospechas eran una tontería. Ismael es un buen pibe.

—Interesante —comento—. Igual, ¿no te parece raro que tantos se hayan enfermado?

—Seguro es un virus que está dando vueltas, como dicen. No todo tiene que ser un misterio sobrenatural. —Sonríe. Está por cambiar de tema, pero se interrumpe—. Aunque, ahora que lo decís, ¿te acordás de la vez que te saqué el dolor de cabeza?

—Sí. Vi como una esfera transparente en el aire.

—La mayoría se generan de manera natural —explica—. Son pensamientos y emociones negativas que cobran vida y dan vueltas por ahí, buscando entrar a otras mentes para alimentarse y reproducirse. Las personas los transmutan y disuelven sin problemas, si tienen sus defensas psíquicas altas. Este último tiempo vi varias esferas en la escuela, pero un poco distintas. No sé, por ahí es normal cuando hay una enfermedad así dando vueltas.

—Mmm... deberíamos vigilarlas, por las dudas. Tuve varias visiones en las que los pasillos del colegio estaban cubiertos de cables oscuros que, por momentos, eran sombras, todo con un aura siniestra. ¿Creés que esté relacionado?

—Eso suena bastante raro. —Se lleva una mano al mentón—. Quizás es simbólico; quiero decir, por ahí es tu forma de percibir que hay magia negra.

—O la escuela está conectada con otra dimensión... Como sea, deberíamos investigar, ¿no? Estaría bueno que conocieras a Gaspar y a León. Son dos arcanos adultos, muy copados, que nos entrenan a mis amigos y a mí y pueden ayudarnos. Si estudiaras con nosotros, seguro aprenderías más sobre magia, conocen mucho del tema.

—No sé. Me gusta estudiar por mi cuenta —asegura—. Tengo una conexión especial con todo esto cuando estoy solo. —Se queda mirando el vacío unos instantes—. Igual, me parece bien que investiguemos juntos.

Cierro el libro y se lo doy, disimulando la sensación de triunfo que siento por haberlo convencido. Ismael me da la espalda para guardarlo en el estante. Durante un segundo, lo miro de arriba abajo.

Somos Arcanos 2: Secretos que nos unenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora