Jaemin iba camino a un avión que se dirigiría a Estados Unidos. Mi Jaemin se iría lejos de mí.
Podía observar a Jaemin a unos metros de mí, no podía observarlo con claridad ya que lágrimas brotaban de mis ojos.
Renjun estaba conmigo.Frotaba mi hombro en forma de consuelo y me daba una mirada de compasión.
No podía aceptar el hecho de que aquel chico que en algún momento quise alejar de mí, por fin se marchaba. Se marchaba para siempre.
- Mei. -dijo Renjun con una voz tierna mientras trataba de obtener mi vista.
No podía dejar de llorar.
- Caramba Mei, llegarás tarde.-dijo por última vez.
Volteé en busca de Renjun pero la imagen se distorsionaba. Era un sueño.
- Por fin despiertas. ¡Son las 7:20! -dijo abriendo exageradamente los ojos.
Me había quedado dormida. Estaba atrapada en una terrible pesadilla y no escuché la alarma.
Asentí velozmente y saqué a Renjun de mi habitación, debía vestirme y él no podía estar conmigo. Agarré mi uniforme y zapatos para ponérmelos, pero mientras me sentaba en la cama no podía dejar de pensar en aquella pesadilla. ¿Por qué me afectaba tanto si Jaemin se iba? Además, a veces los sueños se vuelven realidad y eso realmente me estaba comiendo la cabeza.
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Sentía sus manos en mi cabellera lacia y corta. Aquella acción me producía paz y tranquilidad, algo que probablemente solo pueda crear Na Jaemin en mí.
El profesor Seo dictaba la clase, pero mi mente solo podía pensar en aquel sueño y la casa donde había estado con Jaemin. Básicamente, todos mis pensamientos en esos instantes eran Na Jaemin. Nana.
- Bueno chicos, nos vemos la siguiente clase. -dijo el señor Seo mientras se alistaba sus cosas para retirarse del aula.
Sin darme cuenta la clase ya había terminado y yo no había hecho algo. Me iría mal por seguro.
- ¿Te encuentras bien? -dijo él. Así sacándome de mis pensamientos de una vez por todas.
- Sí, no te preocupes, Nana.
Jaemin me miró e hizo una sonrisa donde escondía su dentadura y achinaba sus ojos. ¿Debería contarle sobre aquel sueño? Tal vez lo tome como alguna victoria propia y yo no quería eso.
- No pude dormir. -soltó.- estuve pensando en que hoy por fin termina aquel reto que me hiciste.
Cierto, el reto. ¿Debería decirle que logró su cometido?
- Y cuando por fin pude dormir, soñé contigo.
- ¿Conmigo? -dije atónita, señalándome con una mano.
- ¿Eres sorda? -dijo burlándose de mí.
Me quedé sentada mientras él desaparecía de mi vista para así poder ir a comer. Yo no pensaba salir del aula, quería quedarme sola y pensar qué decirle a Jaemin.
¿Sería buena idea confesar mi amor hacia él? Tal vez hizo todo esto para tenerme babeando tras él y luego poder burlarse de mí.
Estuve tan sumergida en mis pensamientos que no había notado la presencia de Jeno, se había sentado en el sitio de Jaemin, él sitio que estaba a mi lado.
- Veo que ambos se llevan muy bien. -dijo sonriendo, al igual que sus ojos lo hacían.
- Sí, aunque no parezca, Nana puede llegar a ser una persona muy interesante y agradable. -dije.
Jeno borró su sonrisa y miró hacia sus pies.
- ¿Conoces a Somi? -preguntó.
- ¿Aquella chica de cabello ondulado y largo, con ojos azules y hermosa piel? -dije.
Si era aquella chica, obvio sabía quien era. Era muy popular entres los chicos gracias a su belleza y bondad, muy linda en serio, hasta me pasaría al otro bando por ella.
Jeno asintió sin alejar su vista de sus pies.
- Aquella chica es la novia de Jaemin. -confesó con cierto tono de pena.
- ¿Qué?
Eso fue lo único que pude formular. Mi corazón se rompía en pedazos y mi garganta se quebraba.
Si Jaemin tenía novia, ¿Por qué hacía todo esto? ¿Por qué me trata como si fuese especial? Claro, como lo sospechaba, para burlarse de mí.
- Sí. Quise decirtelo antes pero creí que no caerías en su juego. -tragó saliva.- No le digas que yo te conte esto. Tal parece que guardan su relación en secreto.
Ni siquiera asentí. Estaba analizando todo, esto no tenia sentido y en serio quería encontrarlo. No podía imaginar que Jaemin fuese así.
Mis manos empezaban a temblar, yo temblaba, y también lagrimas se hacían notorias en mis ojos. Estaba enojada conmigo misma por caer en los encantos de aquel chico pícaro. Estaba enojada conmigo porque en el fondo sabía que alguien no podía ser tan perfecto y elegirme a mí de entre tantas personas.
Los deseos de vengarme acudieron a mi ser.
Escuchaba pasos adentrándose y también aquella risa. Sí, era él.
Agarré a Jeno del cuello de su hoodie, haciendo que gire su cabeza hacia mí, atrayéndolo hacia mi cara y sobre todo, los labios.
Jeno se notaba sorprendido, pero yo estaba muy enojada y mis deseos eran más fuertes que la razón. Fue entonces cuando ocurrió. Había besado a Jeno delante de Jaemin sin importar lo que causaría en aquel chico que había robado mi tiempo, corazón y pensamientos.
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No sé porque hago sufrir a todos, pero así la cosa se pone chida ahre perdón u u En serio si leen hasta acá, mil gracias🥺 🧸💛