Jaemin no me había acompañado hasta casa ese día, Renjun lo hizo.
Jaemin tampoco fue a las siguientes horas de clase. No supe que estuvi haciendo, no supe si estuvo en la enfermería, biblioteca, escapó de la escuela o lo fueron a retirar de esta. No supe nada de él hasta ahora.
Estaba enojada, pero sentía culpa, ¿cómo pude ser capaz de besar a Jeno sabiendo que Jaemin lo vería? Aún si no lo viese, tampoco lo hubiese hecho. Lo que tenía con Jaemin era algo, ¿cierto?
- Mei, ¿podemos salir? -preguntó Renjun sacándome de mis pensamientos.
Asentí. No perdía nada. Además era una salida con Renjun, me alegraría mucho pasar tiempo con mi amigo.
Renjun se movió hasta su habitación en una combinación de saltos y una corrida. Daba gracia como sus brazos de fideo se movían, por otro lado su lindo cabello también se movía por el viento y lo hacía ver más guapo.
Sin darme cuenta Renjun ya estaba listo para nuestra salida y estaba agarrado de mi mano.
- Un momento, estuve pensando y no me pude cambiar. -reí y el asintió, soltándome la mano.
Subí la escalera y me encerré en la habitacion. ¿Qué podría ponerme?
Pero en eso mis ojos notaron una caja encima de la cama. Me acerqué para examinarla y me sorprendí al encontrar un papelito pegado a esta, era de Jaemin. Mi corazón dio un par de punzadas y tomé aire para no romper en llanto.
" Por si aún no he ganado tu corazón, te dejo este regalo y así te tendré en la palma de mi mano~ Por favor acercarse a la heladería de la escuela en la hora de almuerzo. Te ama, Jaemin."
Con razón Jaemin me dejó sola. Me estaba esperando en aquella heladería. ¿En que momento habría dejado la caja?
Me puse un jean y un hoodie, mi apariencia no interesaba en estos momentos, solo sería una salida con Renjun.
Bajé corriendo las escaleras, pasé al lado de Renjun y fui en busca de mamá.
- ¡Mamá! ¡¿tienes idea de cuándo llegó esa caja que está en mi cama?!
Escuché unos tacones acercándose, y también noté como Renjun se confundía cada vez más.
- Un joven apuesto la dejó en la mañana. Dijo que era para ti, pero tu ya habías salido camino a la escuela unos cinco minutos antes. -dijo.
Rompí en llanto al escuchar aquellas palabras.
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La salida con Renjun no se canceló, solo se hizo demorar un poco más, ya que mamá y él me estaban consolando. No quise contarles la razón para no preocuparlos, pero era obvio que Renjun no se quedaría callado.
- Dímelo, por favor. -dijo haciendo ojos de perrito.
- Bien, ya que no está mamá. -vi como Renjun formaba una sonrisa de satisfacción en su rostro.- Jaemin dejó una caja para mí con intenciones románticas y también una invitación, la cual yo vi muy tarde, entonces ahora piensa que lo rechacé.-Renjun borró aquella sonrisa.
Vi a Renjun tragar su helado como excusa para no opinar.
- Vamos Renjun, ¿no vas a opinar?
- ¿Qué tenía la caja? -paró de tragar por un momento.
- La verdad, no la abrí. -dije mirando al techo avergonzada.
Escuché como Renjun reía, pero no solo era su risa, otra risa se acercaba a aquella heladería. Se acercaban como otras dos más.
- Vamos Renjun, acompáñame. -dije.
Llevé a Renjun a un espacio oscuro que estaba ubicado dentro de la heladería. Estaba dispuesta a espiar a Jaemin con tal de saber que yo era la única chica que él deseaba.
Pero en eso la vi y mi corazón y esperanzas se hicieron añicos. Jeno tenía razón.
- Mei, te voy a ser sincero. -tragó saliva.
- Espera Renjun, trato de escuchar algo.
- ¿Estas espiando a...-vi como trataba de distinguir entre la oscuridad.- ¡¿A Jaemin?!
Lo gritó. Y demasiado fuerte. ¿Acaso nunca le enseñaron a ser discreto? Maldito Renjun.
Jaemin volteó inmediatamente encontrándome en una posición poco conprometedora. Era obvio que lo estaba espiando.
- Mei, ¿por qué me espías? Temprano hiciste aquello y listo. Me quedó en claro que no quieres nada conmigo. -dijo sin mirarme.
- ¿Qué haces con ella? -mi yo celosa había saltado a la superficie y quería hacerce notar.
- Es mi mejor amiga de la infancia, aquella de la que te comenté cuando te invité a casa. -dijo con un poco de molestia en su tono.
Había metido la pata otra vez y no me lo podía perdonar.
- Jeno me dijo que era tu...-tragué saliva, mucha.- novia.
Jaemin dejó aquella heladería una vez que le entregaron su pedido. Así sin más, simplemente se fue. Se fue enojado.
Renjun me miraba con ansías mientras yo solo quería llorar.
- Vamos Renjun, dime lo que querías decirme antes.
- Creo que no es buen momento. -empezó a mover sus dedos entre sí. - ¿O tal vez si?
- ¡Dilo! -empecé a reírme.
Ver a Renjun en aquella situación resultaba muy chistoso.
- Me gusta una chica. - asentí. - Y su nombre es Wang Mei.
Me atraganté con el helado. ¿Eso era posible? Tal parece que sí.
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La vida de Mei cada vez se vuelve más difícil😀✌🏼 🧸💛
