¿Por qué nos complicamos? (DnA#04)

Capítulo 05: Intervención

Sawamura había acabado de contar lo que ocurrió, su cara estaba tan roja que los jitomates le envidiarían ese tono. 

Cabe aclarar que, cada que mencionaba a Miyuki en su anécdota lo cambiaba por un simple "quien me gusta" o algo similar, apartando la mirada del castaño mayor lo más que podía.

-Acabo de contarles no sólo a Kuramochi-senpai y a Haruichi, sino también a Miyuki-senpai que me acosté con un chico menor, prácticamente, desconocido por emborracharme... Es más...- Lo que más le preocupaba al castaño es que ninguno lo había interrumpido, e incluso después de terminar no le habían dicho nada, eso le aterraba aún más.

Con temor, y resignado a afrontar su prematura muerte, alzó la vista para ver qué es lo que estaban haciendo: Haruichi estaba casi tan rojo como Sawamura, sin creer que, en serio, su amigo se hubiera atrevido a contar toda la verdad justo con dos senpai ahí, más aún siendo uno de ellos de quien el castaño estaba enamorado; Kuramochi estaba con una cara seria procesando todo lo que le había contado el castaño que, en lo que más entendía, más grande se hacía el aura terrorífica a su alrededor, mientras pensaba, paralelamente, cómo podría castigar a su kohai por ser tan estúpido sin lastimarlo tanto para que pudiera seguir jugando; y Miyuki mostraba un semblante serio frunciendo levemente el ceño, tratando de explicarse a sí mismo el por qué se sentía tan enojado.

-P-Por favor, no le digan al jefe. –Les dijo Sawamura, en un susurro, pues, para su sorpresa, se le hacía más difícil tener que lidiar con ese silencio que si, en cambio, le hubieran gritado y dicho que era un idiota.

-No debes de... -Haruichi reaccionó, gracias al susurro de su amigo, y se inició a acercar al castaño para tratar de calmarlo, pero alguien más le interrumpió.

Miyuki se acercó con paso decidido a Sawamura, interrumpiendo abruptamente al pelirrosa menor, dejando atrás a Haruichi y Kuramochi, quienes lo veían expectantes a qué haría. -¿Tú te sientes bien con eso, Sawamura? –Le preguntó Miyuki, ya frente al mencionado, con una ceja alzada y cruzado de brazos.

El menor, ya un poco más tranquilo, pero no menos sonrojado, habló. -Por supuesto que no, Miyuki-senpai.

-¿Entonces por qué accediste, Bakamura? –Se unió Kuramochi, temiendo que Miyuki terminara por soltar algo insensible o rudo, como solía hacer cuando se enojaba, el cátcher miró al peliverde, enojado, reprochándole con la mirada por haberse entrometido.

-Fue lo mínimo que me pidió para estar en paz, ¡s-sólo quedamos en conocernos un poco más! –A pesar de que estaba más tranquilo, su voz seguía saliendo temblorosa.

-Pero, Eijun-kun, él te dijo que estaba enamorado de ti. -Le recordó el pelirrosa.

-¡Eso es imposible!/Eso es imposible. –Respondieron de inmediato, y al unísono, Miyuki y Sawamura, uno gritando, harto de escuchar sobre el amor de Kotaru a él, y el otro, aunque calmado, con un deje de enojo en la voz; pero, los cuatro chicos se sorprendieron por eso y terminaron riendo, levemente, aligerando el ambiente.

Pero Sawamura siguió con el tema, esperando aclarar todo de una vez, que, para su sorpresa, sus senpai no se veían tan exaltados como esperaba.-Nos acabamos de conocer, aunque ha-hayamos... -Sawamura se interrumpió inmediatamente, ganando un tono rojizo en sus mejillas, no estaba preparado para decir eso en voz alta nuevamente.

-Pero dices que no recuerdas nada, ¿no es así? –Le volvió a preguntar el pelirrosa, haciendo que Sawamura la asintiera con la cabeza y su senpai peliverde notara a qué se podría referir su kohai.

-Puede que sólo sea una broma pesada o haya querido hacerte creer eso para tener una oportunidad de salir contigo, Bakamura. –Le dijo Kuramochi, pensando más a fondo sobre lo que les acababa de contar el castaño menor.