Capítulo 11: Asistente

241 37 2
                                    

La comida había transcurrido con total normalidad.

Después de que Miyuki terminara de hacer la sopa, a sus ojos de las más sencillas y rápidas que había hecho con los ingredientes que le dio Kaori, y ver cómo la pelinegra lo alababa por eso, llamaron a los menores; los cuales regresaron como si fueran, en verdad, niños chiquitos, discutiendo sobre quién llevaba más victorias en el videojuego.

Ya en la mesa, sorpresivamente, los cinco estuvieron hablando con normalidad de cualquier cosa que alguien propusiera; y después de una hora entera sólo comiendo y platicando, los dos castaños tenían que regresar a su escuela.

-¿En serio te tienes que ir, Eijun? –Le dijo, ya en la estación, Kotaru.

-Así es, Kotaru-kun. –Repitió Sawamura, rodando los ojos, para después señalar al pelinegro. –Recuerda que nada de visitas sorpresa. –Le advirtió, con los ojos entrecerrados.

-Lo sé, lo sé. –Respondió el pelinegro, ahora siendo él quien le rodara los ojos al castaño.

-Más te vale. –Volvió a decirle en forma de advertencia, haciendo que el pelinegro alzara las manos en señal de inocencia.

-Hasta luego, Miyuki-san. –Se despidió el pelinegro del mayor, sorprendiendo a ambos jugadores.

-Claro, hasta luego, Kirishima-kun. -Se despidió sin más. –Vamos, Sawamura. –Continuó, serio, haciendo que Sawamura se le quedara viendo extrañado, y no le prestara más atención al pelinegro.

Ambos chicos se subieron al tren, y Sawamura, después de que éste hubiera iniciado a moverse, habló.

-¿Qué sucede, Miyuki-senpai? –Preguntó, preocupado, haciendo soltar un respingo al mayor al haberlo tomado desprevenido.

-Nada, -Soltó una leve risa. –siempre tan exagerado, Sawamura. –Añadió, burlonamente, Miyuki.

-¡En serio que no se puede ser amable contigo, Miyuki Kazuya! –Le gritó Sawamura, levemente sonrojado; a lo que Miyuki ya no dijo nada más, al menos por un breve rato.

-En serio te llevas bien con Kirishima-kun. –Opinó al aire, viendo a través de la ventana.

-Bueno, no niego que es un buen chico, -Admitió Sawamura, haciendo que Miyuki lo volteara a ver. –pero no le quiero ni me gusta como lo que él quiere.

-¿Y cómo sabes que no es así? –Le preguntó Miyuki, recargándose en la ventana para ver más cómodamente hacia Sawamura.

-B-Bueno... -Inició Sawamura, se le hacía tan extraño estar hablando con Miyuki sobre algo que no fuera béisbol y, más que nada, que ese algo fuera sobre sus sentimientos. –ya hay alguien más que me gusta, y lo que me hacen sentir cada uno es totalmente diferente, es obvio. –Respondió en un susurro, sonrojándose visiblemente, y el corazón de Miyuki volvió a dar un leve brinco.

-Ya veo... -Dijo, sin más, para después cambiar de tema. -¿te gustó la comida de Kaori-san? –Preguntó, casualmente, Miyuki.

-¡Sí, estaba deliciosa! –Respondió, cómo si volviera a la vida, Sawamura, y Miyuki vio, divertido, la reacción de Sawamura. -¡Especialmente la sopa!, ¿¡cómo le pudo quedar tan deliciosa la sopa a Kaori-san!? –Y Miyuki vio, ahora sorprendido, a Sawamura, para después sentir cómo sus mejillas se sonrojaban levemente y taparse ligeramente la boca con una mano, para después echarse a reír. -¿Qué es tan divertido? – Preguntó, haciendo un puchero, aunque en verdad no quería interrumpirlo, ya que hacía rato que había notado extraño a Miyuki.

-La sopa no la hizo Kaori-san. –Dijo, entre risas y aún sonrojado, Miyuki, ganándose la mirada confundida de Sawamura. –La hice yo, Sawamura. –Reveló, parando de reír para ver la reacción de Sawamura; mientras la cara del castaño poco a poco se iba deformando en un gesto de total sorpresa e incredulidad.

¿Por qué nos complicamos? (DnA#04)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora