07. De cancerberos, y duelos a medianoche. [Editado]

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Capítulo editado [lo pongo aquí, porque ya no me entra en el título]. Espero que disfruten las escenas nuevas que he colocado, les leo en los comentarios; lxs amo❤.

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-Pero, ¿¡Qué haces aquí, niña tonta!? -gritó Argus Filch, sobresaltando y despertando a Cassiopeia, que dormía entre las grandes patas del perro gigante.

Fluffy -que supo su nombre, gracias a la placa que llevaba en el enorme collar alrededor de su gigantesco cuello-, se despertó de manera brusca y comenzó a ladrar hacía Flich, airadamente.

El pobre hombre tembló del miedo y salió corriendo a avisar a Dumbledore. Qué había estado buscando a la niña junto con el profesor Snape casi toda la noche.

Cassiopeia volvió a recostarse contra el animal unos segundos, hasta que la puerta volvió a abrirse; revelando a Albus Dumbledore, Minerva McGonagall y Severus Snape. Cassiopeia se desperezo, en lo que los adultos entraban a la habitación. Dejando a Filch, como encargado de cuidar la puerta.

-Señorita Orwell-Drakonis-dijo la vieja cabra, mirándola por sobre sus anteojos de media lunas-. Que dicha encontrarla bien y en tan grata compañía.

Para asombro de McGonagall, su alumna y Severus hicieron la misma acción, rodar los ojos mientras un bufido salía de sus labios.

La niña cruzó sus brazos sobre su plano pecho y alzó la barbilla, petulante.
Severus la miró enfadado a causa de esa acción y Cassiopeia lo ignoró olímpicamente.

-Lo que me parece extraño, es que Cassiopeía pudiera estar con Fluffy sin que éste le hiciera nada-le dijo Dumbledore a McGonagall, realmente sorprendido-, ¿Tuvo algún contacto con animales peligrosos. durante estos últimos tres años, Severus?

-No que yo sepa, director Dumbledore-espetó Snape, completamente indiferente.

Iba a matar a Narcissa y a Walburga Black, que le enseñaban a estar con él maldito Hades, el malcriado dragón ucraniano Ironbelly, que pertenecía a su antiguo amigo Regulus Black y que lo había dejado al cuidado de su madre; mientras éste estaba terminando su maestría en Historia de la magia.

La muerte de Cygnus, le había afectado tanto que decidió huir hacía Rumania y quedarse ahí por los últimos diez años, para claro disgusto de la matriarca Black; que creyó conveniente enviarle una foto de Cassiopeia cuando está cumplió siete, provocando que Regulus se negará aún más en volver. Pero, no le molestaba que la niña fuera a ver a su dragón y sí lo cuidaba bien en su ausencia, podría quedárselo.

-Eso espero, profesor Snape -dijo McGonagall, de forma severa.

Severus puso una expresión de hastío en su rostro. Pero, no tan evidente cómo para que la profesora de Transformaciones lo notará.

-Querida niña, ve con el profesor Snape y vuelvan a las mazmorras de Slytherin-pidió Dumbledore, mientras Snape colocaba su mano sobre el hombro izquierdo de Cassiopeia.

La niña se tenso y para no parecer insubordinada frente a los otros dos adultos, dejó que Severus la guiará a través de miles de pasillos, hasta que llegaron a las mazmorras de su casa.

Al entrar, miles de alumnos la miraban con distintos grados de enfado en su rostro. Aunque, no le hacían nada; por qué Severus Snape, su Jefe de Casa, estaba presente. A los alumnos rebeldes los encabezaba Matt Burkes, el líder de la casa verde y plata. Detrás de él estaban Niko Dolohv y Karen Yaxley. Sus indiscutibles subordinados.

Cassiopeia avanzó, con cada parte de su cuerpo estaba en tensión, pero ella no lo demostraba.

-¿Qué fue lo que hiciste para que perdieramos siete puntos, Orwell? -dijo Burkes, a punto de sufrir un paro cardíaco.

Cassiopeia Orwell y la piedra filosofal [Saga: LPDMM #01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora