Agradecimientos

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Cuando surgió la idea de hacer un fanfiction de la saga Harry Potter. Nunca creí que podría llegar tan lejos; siempre fui fan del género fantasía, leí muchos libros... Pero sólo cinco autores tocaron mí corazón profundamente:

J. K. Rowling, Cassandra Clare, Stephanie Meyer, Suzanne Collins y Rick Riodan (o tío Rick, cómo le decimos sus fans). Todos ellos con sus diferentes formas de narrar los mundos fantásticos que nos mantuvieron atrapados durante años. Y cuando llevaron a nuestras amadas sagas y trilogías al cine o las convirtieron en series, como en el caso de Cazadores de Sombras, creo que fue lo mejor que nos pudo haber pasado a todos nosotros; los fans, pero en algunos aspectos no fue suficiente tener a nuestros amados personajes en carne y hueso. Las dudas comenzaron a invadirnos, el ¿qué habría pasado sí esto o aquello se hubiera cambiado en la trama de la historia? Parecía resonar en nuestras mentes, muchos de nosotros (yo incluida en este grupo), decidimos crear algo llamado fanfiction (ficción de fans) y rellenamos o quitamos todo lo que creíamos innecesario. En mí caso, renove muchas cosas, cambié algunas y cree otras nuevas.

Pero, antes de seguir con mi interminable soliloquio. Desearía agradecerles, no sólo a ustedes, que se tomaron la molestia de leer todas y cada una de mis locuras; sino también deseo reconocer a los siguientes maravillosos e irritantes personajes, creados exclusivamente por mí extraña y testaruda imaginación:

A Cassiopeía Orwell-Drakonis Slytherin, que surgió de mi cabeza una tarde lluviosa y llena de peculiaridades, en dónde pensé que era injusto que Ginny Weasley se quedará con nuestro niño que vivió.

A Matt Burkes, que a pesar de ser la persona más volátil que conozco (además de provocarme inmensas jaquecas, en serio; cada vez que debo escribir una escena en la que él se encuentra como protagonista, debo escuchar música de los Beatles para tranquilizarme después), nuestra heroína no habría pasado del primer libro sin su indiscutible ingenio de serpiente astuta.

A Brian Lestrange, el Ravenclaw más bonachón y con carácter tímido, de quién he tenido el placer de escribir.

A Natasha Bagshot, que puede ser una Gryffindor estricta por fuera, pero también tiene el corazón más noble que pude crear.

A Nikolaj Dolohv, que no sólo aporta sus comentarios agudos o sus intervenciones como un mediador nato, sino que es uno de los pocos personajes originales de quién disfruto escribir y plasmar su personalidad tan Slytherin.

A cada persona que voto, leyó y comentó. Infinitamente, gracias.

A mi mamá, no importa cuánto golpes la vida le haya dado, ella siempre está allí apoyándome incondicionalmente.
A mis amigas, que siempre me preguntan por como van mis historias.

A la maestra Susana, que descubrió que podía dar mucho más.
Y por último, al resto de mi familia. Muchas, muchísimas e innumerables gracias.

Cassiopeia Orwell y la piedra filosofal [Saga: LPDMM #01]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora