¿Volvemos a empezar?
Bienvenido a Pledis School, la escuela más prestigiosa y cara de toda Corea. Cuenta con las mejores instalaciones, la mejor educación y las más grandes bibliotecas.
Realmente es una pena que no se pueda decir lo mismo de los...
Ni los estudiantes en los pasillos podían creer lo que estaban viendo; El tan famoso y reconocido hijo del mal, Woozi. Un día tan atareado como lo era el miércoles, caminaba serio, sin ninguna expresión en su rostro; Y la sorpresa no era esa, sino que...
Su cabello era negro.
Y es que parecía muy cambiado con aquel color, era tan diferente y las miradas eran inevitables. Lee JiHoon siempre portaba con hebras coloridas, pero de un momento a otro, había cambiado. Y se notaba desde su aura, en donde todo parecía normal. Su mochila roja estaba bien colocada, su cabello estaba peinado, incluso la camisa de su uniforme iba como debería.
¿Qué estaba ocurriendo?
MinGyu se quedó boquiabierto al igual que WonWoo. No podían imaginarse a un muchacho serio cuando se hablaba de él.
—Woozi... —murmuró MinGyu, haciendo detener el caminar del mayor—. ¿Qué te pasó?
—Nada interesante —respondió el chico—. Supongo que el color de mi cabello, ya me tenía cansado.
—Woozi, no pareces tú... —trató de decirle WonWoo, siendo cuidadoso con sus palabras.
JiHoon se encogió de hombros.
—Por favor, dejen de llamarme Woozi, mi nombre es JiHoon.
—¿Qué?
—Lee JiHoon, no Woozi —repitió con un poco de molestia—. Ahora, si me permiten, debo entrar a clases.
JiHoon comenzó a caminar, ignorando el asombro de sus compañeros. Muy en el fondo, sintió un apretón en su pecho, puesto que no se sintió nada cómodo con las miradas. Quizá algún día se acostumbraría, sólo debía tomarse un poco de tiempo.
Así ha sido desde siempre.
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—¿Se supone que estamos peleados? —HoJung se acercó a Joshua; mientras se arreglaba el uniforme para su siguiente partido—. No creo que yo haya hecho algo malo.
—Solo decirme que prácticamente no vaya a disculparme con JeongHan.
—Hey, yo no olvidé a tu amigo, fuiste tú —frunció el ceño—. Y te di un consejo, porque lo he estado observando y parece tener un carácter fuerte.
—Lo tiene, pero siempre es bueno disculparse si nos hemos equivocado.
—Pues no es tan fácil —dijo HoJung, con una mirada algo apagada y dedicándose a amarrar el cordón de sus zapatos.
El único ruido ahí eran las conversaciones del resto del equipo, algunos gritos y el golpeteo de las puertas del casillero. Joshua comenzó a entrar en razón cuando HoJung decidió no hablar y sí, quizá no deberían enojarse por algo que al final de cuentas fue su error y ya estaba solucionado.
—Ni que ese chico fuera tan importante... —lo escuchó murmurar, haciéndolo voltear de inmediato—. ¿Qué?
—JeongHan es mi novio y es lo más importante que tengo después de mi familia.
