¿Volvemos a empezar?
Bienvenido a Pledis School, la escuela más prestigiosa y cara de toda Corea. Cuenta con las mejores instalaciones, la mejor educación y las más grandes bibliotecas.
Realmente es una pena que no se pueda decir lo mismo de los...
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El viento hizo caer algunas hojas del árbol, ellas bailaban hasta aterrizar en el suelo. El conjunto de flores del patio se mantenía ahí, esperando a ser regadas por el jardinero. El sol dejaba vislumbrando con sus rayos, se escuchaban las risas de los estudiantes en el patio y algunos balones siento atacados contra la superficie de madera.
«Parece que hoy será un gran día, mamá» eso fue lo que pensó MingHao dentro de la sala de vestidores, esperando a que la maestra viniera por él a avisarle que ya era hora de presentar su proyecto de vida.
—MingHao —la mujer se asomó por la puerta—. Es momento.
El castaño suspiró nervioso y salió junto a su maestra, quien le palmeó el hombro intentando brindarle algo de paz.
—¿A quiénes invitaste? —preguntó ella, cuando se vieron en el pasillo—. Nunca mencionaste sobre las personas que estarían en tu charla.
—Invité a mis amigos —contestó—. Fueron los que me ayudaron todo este tiempo, sin importar quién era o cuánto dinero tenía en mi bolsillo.
Cuando la maestra dirigió a MingHao, él pudo llenarse de inquietud al ver el gran escenario iluminado por la claridad del día y a sus amigos, sentados entre las sillas que se les colocaron a los espectadores.
Sonrió aún cuando los vio, estaban ahí devolviéndoles el gesto.
—Bien, te dejaré con tu público —la mujer le dijo, antes de comenzar a salir por la puerta grande de madera—. Mucha suerte, MingHao.
—Gracias.
Sus amigos comenzaron a aplaudir mientras el castaño arreglaba algunos papeles en el centro.
—Mi amigo se ve como un ejecutivo de alto rango —escuchó bromear a JiHoon.
—Es mi novio —SoonYoung se apuntó orgulloso, haciendo que los otros silbaran—. ¡Lo harás genial, MingHao!
—Miren cómo maneja ese escenario, parece un experto —MingHao no aguantó la risa al escuchar a Jun entre su público.
—¿Alguien ha visto a JeongHan?
El castaño dejó de revisar sus papeles y miró a Joshua. Por un momento pensó en que los había invitado a todos, pero se dio cuenta de que no invitó a JeongHan. Se tapó la boca y mostró su asombro.
El resto se dio cuenta de ello y reaccionó igual.
— Va a arder Troya —SeungKwan comenzó a reírse—. Ya tenía tiempo preguntándose por qué no lo había invitado a los proyectos y se lo decía a todos. Pensé que estaba bromeando.
—A mí también me lo dijo —Dino se volteó hacia SeungKwan—. Realmente se enojará.
—Por eso se veía tan molesto —concluyó Vernon—. Creo que ha sido un terrible error.
