Los ojos rojos de llorar no son el mejor maquillaje.
Cuando desperté Raoul estaba en mi cama y me miraba, sentí que no había pasado nada, pero sus ojos rojos y el escozor de los míos me dijo que si, que había pasado. Supe que había viajado a mi cama durante la noche, porque fue justo cuando su calor se juntó con el mío cuando pude dormir. Entonces me quedé mirándolo un rato en mi cama, mientras él me miraba a mi, por si era la última vez que podía observarle allí, conmigo. Siendo un desastre, pero siendo. ¿Tanto importa cómo si nos gusta el con quién?
-Hola- su voz era ronca, profunda, quise besar todas y cada una de sus cuerdas vocales por haberlas dañado haciéndole llorar pero, ¿quién iba a besar las mías? No, esto no podía seguir así, había volcado todo mi ser en él y me había olvidado de mi, y no, no podía ser de aquella manera el amor, no podía reprocharle todo el tiempo, y tampoco reprocharme a mi-. Dime algo- rogó, pero a mi no me quedaba nada más que decir-, Ago, por favor, mi amor, dime algo- agarró mis mejillas y yo me estremecí bajo su tacto. Puede que nos quisiéramos mal, pero la electricidad era inevitable.
-Raoul- mi voz también era ronca, deseé que él también quisiera besar mis miedos-, no nos queremos bien.
-No, Ago, joder, si nos queremos bien, te prometo que se lo digo a quien sea, lo grito donde sea, no me dejes amor yo te quiero- pero eso tampoco era justo para él, no era justo que cediera por mi ni yo cediera por él. Él tenía su lucha y yo la mía. Podríamos haber luchado juntos un poquito más, pero no, nunca he sido demasiado bueno tomando decisiones importantes.
-Vete Raoul y, cuando estemos preparados, volveremos a encontrarnos.
-No, no, no- lloraba, mirándome a los ojos, mojando mi alma con sus lágrimas, y yo, no sentía nada-, ¿por qué?
-Porque tú tienes que aprender a aceptar lo que tienes, lo que eres, y yo tengo que aprender a no ser tan dependiente.
-Pero podemos hacerlo juntos Ago, joder, el cobarde eres tú- lloraba y lloraba y yo solo quería que se marchara, que se fuera de mi vista, que luchásemos por separado. Pero todo era contradicción. Una parte de mi me gritaba que me estaba intentando engañar a mi mismo, porque lo único que quería es que nos abrazásemos y nos quisiéramos hasta ser, ser bien.
-Vete.
Y se cansó de que lo echara, y se fue. Ni siquiera dio un último beso en mis labios, quizá porque sabía que ninguno de los dos íbamos a permitir que hubiera un último, o al menos eso queríamos creer.
Y cuando estaba solo en mitad de mi habitación volví a sentir algo que llevaba mucho tiempo sin sentir. Sentí como si una parte de mí quisiera salir corriendo, llorar, gritar, pedir auxilio pero, por el contrario, me mantuve sentado en la cama mirando hacia la puerta por la que Raoul había salido sin ninguna expresión en el rostro.Ni siquiera nos dijimos adiós.
Yo solo quería decirle te quiero.
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Hoy hablemos de nosotros- Ragoney
FanfictionTodos estamos un poco rotos, un poco llenos, un poco vacíos. Todos somos mitad de algo que siempre esta lleno, o vacío. Todos somos silencio y ruido, luz y oscuridad. Todos somos ese algo inexplicable y a la vez sencillo, tan fácil. Es más allá, mu...